• Desde CCOO constatamos un esfuerzo
denodado de los actuales gestores penitenciarios por
emular la negra gestión del anterior equipo de Ángel
Yuste.
Los últimos tiempos están desatados en esa dirección:
modificación unilateral por vía administrativa de la
ejecución de la pena, desprotección del derecho a la
intimidad en los CIS para el personal y colateralmente
sus familias, obstaculización del derecho fundamental de
sufragio.
Y el último hito, para empezar el mes de mayo: la
convocatoria de la provisión de puestos de libre
designación, donde casualmente nos encontramos que las
plazas de promoción interna, que no habían sido
cubiertas por concurso de Jefatura de Servicios de
Información y Control, se asignan “discrecionalmente”
como de libre designación. Y si no teníamos bastante con
los nueve salarios distintos para las mismas categorías
de puestos, Instituciones Penitenciarias crea una nueva
discriminación salarial y recorta unilateralmente los
complementos específicos de estas Jefaturas de Servicio,
en las prisiones de Alicante, Almería, Burgos, Córdoba,
Daroca, Valdemoro y Navalcarnero, alterando las
relaciones de puestos de trabajo, y generando un agravio
comparativo con el resto de Jefaturas de Servicio, que
siempre habían cobrado idénticas cuantías.
Evidentemente, sin negociar nada con los representes del
personal, lo que viene siendo marca de la casa en el
actual equipo de gestión, que lleva una acreditada
relación de hostilidad y acoso contra el derecho a la
negociación colectiva.
Siendo grave ese ataque a un derecho constitucional como
es el acceso al empleo público en condiciones de
igualdad, mérito y capacidad, lo más grave es que se
está modificando la naturaleza de la Administración vía
resolución administrativa sin soporte legal, para que
los principios constitucionales queden supeditados a los
intereses particulares del gestor de turno.
Este es un grave precedente, contra el que también
iniciaremos las actuaciones jurídicas necesarias, porque
CCOO no puede aceptar que el vigente modelo de servicio
público a la ciudadanía, que responde a criterios
legales y donde se garantiza la independencia y
transparencia de la gestión, se transforme en modelo
clientelar de libre disposición al servicio del gestor
de turno.
Nos preocupa especialmente que este modelo que se aplica
para las Jefaturas del Servicio de Información, donde
habrá plazas ocupadas por concurso, junto con otras a
dedo, sea el modelo de gestión de personal que se
promueve desde la Subdirección General de Personal y,
signifique abrir las puertas a más puestos con igual
sistema de provisión, el dedazo del jefe.
Es evidente que el modelo de la dedocracia no moderniza
ninguna administración pública, menos la de
Instituciones Penitenciarias, va en contra de la
profesionalización que reclamamos y arrastra demasiados
lastres de gestión, durante demasiados años, con
diferentes equipos y gobiernos, y se trata de normalizar
con decisiones “a la antigua” como esta. |
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