• La ganadería extensiva constituye un
motor económico por su capacidad para generar empleo en
la ‘España vaciada’, por aportar alimentos y otros
productos de calidad y, además, por ser un seguro para
proteger la naturaleza por los beneficios ambientales
que proporciona a la sociedad. Contribuye a fijar
carbono en el suelo, aportar estiércol de calidad a los
cultivos, configurar paisajes únicos, como las dehesas,
o prevenir incendios forestales. Además, del
conocimiento ancestral que los pastores y pastoras
atesoran, custodios de las razas locales adaptadas a
nuestros suelos y clima. Sin embargo, está en riesgo de
desaparición. Frente a ello, WWF España pide al MAPA,
con la implicación y el apoyo del MITECO, una Estrategia
Estatal para la Ganadería Extensiva.
Esta estrategia debe aspirar a mantener la viabilidad
socioeconómica de los rebaños en el campo, preservando
los bienes y servicios que generan. Serviría, además,
para comprometerse con un modelo alimentario sostenible,
clave para cumplir con los objetivos de las Estrategias
de Biodiversidad 2030 y de la Granja a la Mesa, y
contribuir a la lucha contra el despoblamiento rural.
Dada la situación crítica que atraviesa el sector (según
el INE, en 2008 se perdieron 20.000 explotaciones
agrícolas y ganaderas, gran parte de las cuales, eran de
ganadería extensiva), dicha estrategia debe tener
ambición y recursos suficientes, ser participada y
coherente. También debe basarse en la necesaria
caracterización de la ganadería extensiva, de forma que
se pueda diferenciar inequívocamente de las producciones
industriales y dirigir los fondos públicos y el apoyo de
los mercados que merece.
Asimismo, debe contemplar reformas en la futura PAC –en
la que se aprecian algunos avances positivos en los
borradores en discusión-, para que cada hectárea pastada
reciba el apoyo público necesario. La PAC actual
subvenciona el laboreo de las tierras, y en especial a
los cultivos intensivos, frente al mantenimiento de los
pastos permanentes.
Actualmente, los pastores solo perciben ayudas por un
tercio de la superficie que pastorean sus rebaños.
Mientras, barbechos, rastrojeras, terrenos forestales o,
incluso, las vías pecuarias, quedan fuera de las ayudas
directas de la PAC. Este hecho perjudica principalmente
a los rebaños de ovino y caprino, precisamente, los que
más interesa recuperar. Esta nueva PAC debe, para ello,
rediseñar el pago básico y, más allá, recompensar con
los nuevos pagos verdes (ecoesquemas) los beneficios
ambientales generados por el sector. Tiene, además, que
apoyar la trashumancia y la coexistencia entre ganadería
y especies silvestres, así como maximizar la labor del
pastoreo frente a la lucha contra incendios.
Para WWF, esta estrategia debe ir mucho más allá de la
PAC, apostando por una auténtica diferenciación del
producto en el mercado, para que cada persona
consumidora pueda distinguir los alimentos procedentes
del pastoreo de los de las macrogranjas, con los que
compiten en desigualdad de condiciones. El apoyo a la
venta directa y canales cortos, en los que se ha
avanzado levemente, debe ser otra de las bases sobre las
que construir la estrategia, con el objetivo de que la
mayor parte del valor añadido quede en los productores.
Otros asuntos a abordar serían el alivio de la carga
burocrática que padecen los ganaderos y ganaderas
extensivas, revisando aquellas normas pensadas para las
producciones ganaderas industriales, y adaptándolas a
las características específicas de la ganadería
extensiva. Así como asegurar el relevo generacional del
sector, resolviendo el problema del acceso a la tierra,
apoyar una fiscalidad verde que prime las producciones
extensivas frente a las industriales, o la inclusión de
los productos de la ganadería extensiva, en los pliegos
de compra de las administraciones públicas.
Además, reclamamos en aquellas zonas dónde la ganadería
extensiva conviva con grandes carnívoros como el lobo y
el oso, un sistema de indemnización de los daños
homogéneo, ágil y justo y ayudas suficientes y bien
diseñadas para hacer posible la coexistencia.
WWF recuerda, por último, que dicha estrategia ha sido
solicitada en varias ocasiones al Ministerio de
Agricultura, Pesca y Alimentación, también por numerosas
entidades y plataformas. Por ello, MAPA y MITECO deben
ponerse manos a la obra y contar con la disponibilidad
para construirla con todos los interesados, porque la
ganadería extensiva sí importa.
Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF,
declara: “Es hora de abordar los auténticos problemas y
los retos reales de la ganadería extensiva”. Y añade:
“Desde WWF España llevamos décadas trabajando por una
ganadería extensiva con futuro, y lo seguimos haciendo
por considerarlo un sector estratégico para la
transición agroecológica hacia sistemas alimentarios
sostenibles y para mantener vivos nuestros pueblos. Es
un asunto de vital importancia y por eso esta estrategia
debería ser una realidad en los próximos meses”. |
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