• Ante la situación de emergencia
climática, Ecologistas en Acción ha reeditado su informe
‘Caminar sobre el abismo de los límites’.
• El informe ofrece datos actualizados sobre el
agotamiento de los recursos energéticos y materiales,
así como los efectos del cambio climático y de la
pérdida de biodiversidad, al tiempo que ofrece
alternativas hacia las que deberían ir encaminadas las
políticas públicas para poder mitigar estos impactos.
• Para mostrar esta situación de crisis sistémica y sus
alternativas, la organización ecologista llevó a cabo el
pasado 1 de octubre en Madrid el tour ‘Más allá de la
emergencia climática: el colapso’, del que hoy se
publica un vídeo resumen.
Toda sociedad necesita, para organizarse y sostener la
vida, un mínimo de recursos materiales y energéticos. A
partir de ese ‘suelo’ básico caben distintas formas de
gestión y organización social, más o menos justas.
Asimismo, el entorno físico, los recursos materiales y
los energéticos disponibles establecen un ‘techo’, más
allá de los cuales ningún sistema socioeconómico puede
desarrollarse. Las llamadas sociedades industriales se
han articulado de espaldas a estos límites,
expandiéndose continuamente, colonizando todo el planeta
y cada vez más ámbitos de la vida social.
Para mostrar esta realidad y ver cómo afrontar una
situación de colapso ecológico, social y económico,
Ecologistas en Acción ha publicado la versión
actualizada de su informe ‘Caminar sobre el abismo de
los límites’, en el que se recogen datos publicados en
los últimos meses por la comunidad científica.
En sus páginas se abordan las causas y los efectos de
una situación de descenso drástico de acceso a minerales
fósiles, agua o alimentos, las consecuencias ante el
declive de los ecosistemas, la alarmante pérdida de
biodiversidad (el IPBES señala que cerca de un millón de
especies entre animales y plantas se encuentran al borde
de la extinción como consecuencia de las actividades
humanas) o el punto de no retorno frente al cambio
climático.
Asimismo, en el informe se presentan los sectores desde
donde se pueden generar alternativas, desde la economía
social y solidaria, la economía feminista o el bien
común, que minimicen estos impactos y nos permitan
adaptarnos a este nuevo escenario.
El informe señala que urgen transformaciones profundas y
compromisos políticos sin precedentes para hacer frente
a las peores consecuencias del colapso y, más aún, ante
el auge de propuestas de marcado corte xenófobo a ambos
lados del Atlántico. Vivir en un planeta de recursos
finitos que han alcanzado sus techos de explotación,
disponibilidad y acceso, conduce a un escenario de
escasez donde la reducción del consumo y la distribución
justa y equitativa de los bienes comunes naturales se
plantea como el gran reto de nuestro tiempo y la mejor
de las apuestas.
UN TOUR POR EL ‘MADRID DEL COLAPSO’
Para mostrar cómo la situación de crisis global actual
incide en la vida de una ciudad y presentar diferentes
proyectos alternativos que la abordan, Ecologistas en
Acción organizó el pasado martes 1 de octubre una visita
a cuatro puntos de Madrid donde se abordaron los
sectores clave en el desarrollo y declive de nuestras
sociedades petrodependientes:
1. Energía. En la actualidad, nuestro
modelo energético se muestra completamente insostenible,
ya que es tremendamente dependiente del petróleo y otros
combustibles fósiles, cuya extracción tiene altísimos
costes ambientales y sociales, principalmente en los
países del Sur global. Además, todos los estudios
indican que nos dirigimos hacia el cénit de las fuentes
de energía no renovables que se une al descenso de la
tasa de retorno energético (TRE), el cociente entre la
energía obtenida y la energía invertida para ello.
Ante este horizonte, plantear la sustitución de unas
fuentes de energía no renovables por otras es difícil,
pero precisamente por la urgencia de la situación, más
que nunca se vuelve imprescindible apostar por un nuevo
modelo energético sustentado por energías renovables y
que responda a la premisa de justicia social y
ecológica. Asimismo, es necesario avanzar con celeridad
hacia una economía descarbonizada donde la ciudadanía
sea partícipe de la energía producida y consumida.
2. Alimentación. El modelo de agricultura
industrial que, a partir de los años 1960 se ha
extendido en todo el mundo, se ha basado en la
introducción masiva de petróleo, fósforos de origen
mineral, fertilizantes químicos, pesticidas y maquinaria
industrial, en la producción de alimentos.
Además, la introducción masiva del petróleo ha
convertido al sector primario, contra toda lógica, en un
sumidero de energía y tiene fuertes impactos sociales.
Sobre todo en sociedades campesinas y rurales que han
visto cómo se transforma su modelo de producción de
subsistencia en un modelo de monocultivos derrochador y
devastador para los suelos y para las comunidades
humanas (sobre todo de los países sometidos a dinámicas
de extractivismo neocolonial, los llamados países del
Sur global). En contraposición, se ponen en el centro
las propuestas que la agroecología lleva defendiendo
desde hace ya más de tres décadas.
3. Vivienda. El modelo de vivienda
convencional está basado en el hormigón armado y el
ladrillo, que son fuertemente dependientes de
combustibles fósiles en su fabricación. En el contexto
español, la vivienda se ha convertido en un bien
claramente sobredimensionado (263.000 viviendas vacías
en la Comunidad de Madrid). Esto produce que la entrada
en la Comunidad de Madrid de materiales para la
construcción fuese de 10,4 millones de toneladas en
2015, solo por detrás de los alimentos y las
manufacturas. Unas tasas claramente por encima de la
capacidad de reposición ecosistémica.
Además, este es un modelo claramente excluyente, con un
acceso a un bien básico como la vivienda muy complicado
para una parte importante de la población (el porcentaje
que la renta de la casa representa sobre lo que las
personas inquilinas ingresan mensualmente es de del 49,1
% de media) y está controlado por el sector bancario y
financiero. Ante este escenario urge apostar por modelos
ecológicos y socialmente responsables, más allá del
modelo de propiedad privada, como es el caso de
Entrepatios, que construye desde el tejido comunitario
lazos para una vida más consciente y en común, .
4. Agua. Las grandes ciudades como Madrid
son grandes consumidoras de un bien básico para la vida:
el agua. Por lo tanto, necesitan grandes
infraestructuras cuyo mantenimiento requiere de una
considerable inversión energética. El crecimiento
urbanístico de la ciudad y la región no ha sido planeado
para el ahorro de agua, de hecho no se habla de un
límite de población en los que se pueda garantizar los
recursos que ésta necesita. Así, la dinámica desde los
años 60 ha sido construir urbanizaciones con usos
despilfarradores, grandes centros empresariales y
comerciales o campos de golf.
Madrid también es un gran emisor de aguas residuales que
deterioran los ríos: el 40 % del agua que sale de la
Comunidad de Madrid son aguas grises que han pasado
previamente por la depuradora. Esto da idea del sobreuso
de este recurso básico donde no hay separación de aguas
pluviales y residuales y donde no se está abordando la
depuración de todos los contaminantes del agua, como por
ejemplo los alteradores hormonales.
Frente a esta dinámica, las propuestas para fortalecer
los ecosistemas deben pasar por recuperar los valores
ecológicos de los ríos urbanos. Propuestas como la
renaturalización a partir de la eliminación del
represamiento, la creación de orillas e islas y la
repoblación con vegetación autóctona que genere los
ecosistemas asociados al río son decisivos para
incrementar la biodiversidad. Sin estas condiciones no
podremos tener acceso a un agua de calidad.
Vanessa Álvarez, portavoz de Ecologistas en Acción:
“Como sociedad tenemos ecodependencias muy marcadas que,
en un escenario de emergencia climática y social de este
calado, nos coloca en una situación de vulnerabilidad.
Pero no quiere decir que no se puede hacer nada. Estamos
en un momento histórico apasionante, con muchas
posibilidades abiertas; los colectivos sociales y
ecologistas podemos conseguir que se tomen las políticas
adecuadas y se redirija el camino que estamos
siguiendo”.
* Enlace al vídeo ‘Más allá de la emergencia climática,
el colapso':
https://www.ecologistasenaccion.org/?p=128583
(página externa a este diario). |
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