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• Según un análisis realizado por OCU, la
mayoría de los menús escolares revisados no respeta las
cantidades recomendadas de los distintos grupos de
alimentos.
• La Organización de Consumidores ha comprobado que más
de la mitad de los colegios sirven demasiados hidratos
de carbono y carne, mientras que escasean las legumbres,
los huevos, el pescado azul y la fruta.
• Aun así, OCU cree que los menús escolares han mejorado
con respecto a 2006 ya que ahora se incluye más pescado,
huevos y fruta y menos fritura y postres lácteos
azucarados que entonces.
• Solo el 12% de los padres puntúa con mala nota los
menús escolares de sus hijos, aunque se quejan de la
masificación, el ruido y las prisas para comer en el
comedor.
• OCU pone a disposición de los padres una calculadora
de menú escolar semanal que permite comprobar si la
comida del colegio se ajusta a una dieta equilibrada.
La Organización de Consumidores ha realizado una
encuesta entre padres de alumnos que comen en el colegio
para conocer cómo son los menús escolares y si estos
cumplen con las cantidades recomendadas de los distintos
grupos de alimentos.
Para valorarlo, OCU ha tomado como referencia las
recomendaciones de la estrategia NAOS (Nutrición,
Actividad Física y Prevención de la Obesidad) emitidas
por el Sistema Nacional de Salud, en cuanto a número de
raciones semanales de cada tipo de alimento.
Para OCU, los menús escolares son una pieza fundamental
para que la dieta de los niños sea variada y
equilibrada. Su contribución es imprescindible para
combatir la epidemia de la obesidad infantil que, según
el Estudio Aladino realizado en 2015, afecta ya al 18%
de los niños españoles, al tiempo que otro 23% presenta
sobrepeso.
En España, de acuerdo con el estudio, en el 64% de los
colegios públicos la gestión del comedor es externa
(frente al 53% de los concertados y el 38% de los
privados), pero en dos de cada tres la comida se elabora
diariamente en el propio centro, mientras que los
concertados y privados recurren más a la llamada “línea
fría” o “línea caliente”.
DEMASIADOS HIDRATOS Y CARNE, POCAS LEGUMBRES
Según ha podido comprobar OCU a través de este estudio,
actualmente más de la mitad de los colegios sirven
demasiados hidratos de carbono (arroz, pasta, patatas).
Los centros privados son los únicos que presentan unas
medias acordes con las recomendaciones, mientras los
concertados son los que más se exceden, especialmente
con la pasta y las patatas.
Sin embargo, las legumbres escasean en todos los casos,
y el pan integral está ausente en el 70% de los centros.
Por su parte, la media de raciones de verdura (2,79 a la
semana) se ajusta a lo recomendado, No obstante, esta se
presenta en el 30% de los casos en puré y en el 50% como
ensaladas de guarnición. Dejando poco margen para platos
de verdura tradicional.
Si se tienen en cuenta de forma conjunta la carne y los
embutidos, dos terceras partes de los colegios sirven a
los niños un exceso de carne. Según OCU, los huevos, que
deberían de servirse al menos una vez por semana, son
escasos y parecen haber sido sustituidos por los
embutidos en muchos casos.
El consumo de pescado, en cambio, es adecuado en la
mayoría de los centros, sobre todo en los públicos (72%
cumple la recomendación), aunque predomina el blanco
sobre el azul, que supone únicamente un 18%.
Los platos precocinados (croquetas, flamenquines,
empanadillas…), por su parte, deben estar presentes en
los menús de forma ocasional, como máximo dos veces al
mes. OCU ha comprobado que un 59% de los colegios se
ajustan a estas cantidades (el 70% en el caso de los
privados). También las frituras, que son aceptable
servirlas una vez a la semana, están en la media en este
estudio.
Por último, a pesar de que lo ideal es que se ofrezca
fruta como postre a los niños al menos 5 veces por
semana, dos de cada tres colegios se quedan por debajo
de esta cantidad, con 3,5 raciones de media. Según OCU,
la fruta en almíbar es infrecuente y los postres lácteos
(a menudo yogures azucarados) se toman dos veces en más
de la mitad de los colegios, cuando lo recomendable es
que se sirvan solo una vez.
A pesar de esto, el estudio de OCU refleja que los menús
escolares han mejorado con respecto a 2006, cuando la
Organización de Consumidores realizó otro análisis
similar, ya que ahora se incluye más pescado, huevos y
fruta y menos fritura y postres lácteos azucarados que
entonces.
Además, los padres que han participado en el análisis
afirman que tienen una opinión favorable de la calidad y
el equilibrio de los menús. El 37% opina que la variedad
de alimentos que se les sirve a sus hijos es adecuada y
solo el 12% de ellos les da mala nota.
Sí se quejan, en cambio, de la masificación, el ruido y
las prisas para comer en los comedores escolares.
También reclaman el cocinado en el centro, pues indican
que la comida empeora con la línea fría y que se
equilibren mejor los primeros con las guarniciones. Y,
por último, lamentan falta de información complementaria
(solo un 25% de los menús propone cenas
complementarias).
UN BUEN MENÚ NO TIENE POR QUÉ SER MÁS CARO
En los menús escolares revisados por OCU (529), los
precios de los que están bien equilibrados y cumplen las
recomendaciones para 5 o más grupos de alimentos son
similares a los de los menús con mayores desequilibrios.
Por eso, OCU cree que el precio no es un aspecto
decisivo en el equilibrio nutricional, aunque sí ha
comprobado que el único menú que cumple los 8 criterios
es más caro que el resto.
En general, el coste del comedor es muy similar en los
colegios privados y los concertados, sobre 130 euros al
mes, mientras que en los públicos cuesta 98 euros de
media, un 30% menos. |
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