• Durante los primeros meses del año,
28.229 personas que trabajaban en alguno de sus sectores
sufrieron un ERE. La falta de Gobierno impide encontrar
la solución adecuada.
La industria española vive momentos difíciles. Al
anuncio de Endesa de que pretende cerrar las centrales
térmicas o de carbón, se suma la deslocalización de
Prysmian y Vesuvius y las dificultades que arrastran
muchas empresas del sector. Los datos que recientemente
publicó el Ministerio de Trabajo se quedarán cortos si
no se para la hemorragia. Entre enero y julio realizaban
alguna actividad industrial seis de cada diez personas
que sufrieron un expediente de regulación de empleo, un
85% más que un año antes. Las incertidumbres
comerciales, la desaceleración, el precio de la energía,
las dudas regulatorias y la reforma laboral provocaron
esta situación.
Lamentablemente, la industria no levanta cabeza. Según
el Instituto Nacional de Estadística, de 2007 a 2017
cerraron 82.650 empresas del sector. La gran mayoría
eran micropymes. Durante los siete primeros meses del
año, esta actividad también sufrió la dureza de los
expedientes de regulación de empleo. En España 44.745
personas se vieron afectadas por un ERE de enero a
julio. De ellas, el 65% trabajaba en la industria. El
38% fue víctima de un despido. Perdieron su empleo por
esta vía un total de 5.553 personas, un 82% más que en
el mismo periodo de 2018. Engrosaron esta lista negra
las plantillas que procedían de la minería privada y de
firmas emblemáticas como La Naval, Gallina Blanca,
Vestas, Isowatt y Siemens-Gamesa.
Sin embargo, los datos que facilitó el Ministerio de
Trabajo, Migraciones y Seguridad Social también revelan
que antes de recurrir a un despido colectivo, las
empresas industriales todavía se contienen y prefieren
aplicar medidas de flexibilidad coyuntural, dada la
incertidumbre que acompaña a la actividad económica.
Así, durante los siete primeros meses del año, 22.088
personas estuvieron afectadas por un expediente de
regulación temporal de empleo, los conocidos como ERTEs.
El 76% del total de España y un 92% más que entre enero
y julio de 2018, cuando dejaron de trabajar
temporalmente 10.593 personas en la industria.
La reducción de jornada apenas afectó a 588 personas
empleadas en la industria. Un centenar menos que en 2018
y un 44% del total de las que se registraron en España
aquellos meses.
¿Pero por qué se han disparado los ERES en la
industria?. En opinión de CCOO, a las incertidumbres
comerciales se suma la desaceleración mundial y europea,
que hace que la producción industrial se reduzca.
Además, en las empresas del auto, donde trabajaba la
mitad de las personas afectadas por un expediente, no
ayudaron los desafortunados debates sobre los modelos de
combustión y las restricciones. A todo ello se añadieron
factores como el precio de la luz, las dudas
regulatorias y la reforma laboral, que permite ERES
rápidos y sin supervisión. Lamentablemente, la falta de
un Gobierno no ayuda a superar esta situación. Se han
paralizado las comisiones que trabajaban para sacar
adelante la legislación que reclama y necesita la
industria electrointensiva.
* Pablo Isla y Christy Hoffman repasaron los principales
hitos de su acción conjunta por los derechos de los
trabajadores en el sector del comercio y la distribución |
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