• El próximo domingo 19 de noviembre, en
varias ciudades del Estado español, se organizarán
movilizaciones para reclamar avances en la
transformación urbana y el cambio modal.
• Casi medio centenar de colectivos, entre los que está
Ecologistas en Acción, se unen para defender los escasos
logros en movilidad sostenible urbana de los últimos
años, así como para reclamar que se avance en la mejora
de la calidad del aire, la movilidad activa y la lucha
contra el cambio climático.
“Movilidad sostenible. Ni un paso atrás” es el lema de
las manifestaciones que tendrán lugar el próximo 19 de
noviembre en Bilbao, Castellón, Elche, Logroño, Madrid,
Gijón, Málaga, Valladolid, Sigüenza y Coslada,
convocadas por decenas de organizaciones ecologistas,
ciclistas, de viandantes y vecinales.
Además, las organizaciones han enviado cartas a la
vicepresidenta primera y ministra de Transición
Ecológica, Teresa Ribera, a la ministra de Transportes,
Raquel Sánchez, y la presidenta de la FEMP, María José
García-Pelayo expresando su preocupación y reclamando su
implicación para frenar los retrocesos.
A CONTINUACIÓN SE TRANSCRIBE EL MANIFIESTO DE LA
JORNADA DE MOVILIZACIONES:
“Las asociaciones convocantes muestran su preocupación
ante el retroceso que se está produciendo en el Estado
español a raíz de la constitución de los ayuntamientos
tras las elecciones de mayo de 2023: lamentablemente,
muchos de ellos han hecho bandera de reformas en
negativo en relación a la movilidad sostenible y sin
humos.
Casos como los de Barcelona, Valladolid, Elx/Elche,
Logroño, Málaga, Palma, Gijón, Castelló o València se
han convertido en puntos negros en el proceso hacia una
movilidad sostenible, activa, segura y sin humos en las
ciudades. Se están produciendo retrocesos inadmisibles
como el desmantelamiento de carriles bici, áreas
peatonales o Zonas de Bajas Emisiones. Estas medidas de
“vuelta atrás”, ponen en peligro la salud de las
personas, son un retroceso en la reducción de emisiones
de gases de efecto invernadero, e incluso pueden suponer
para muchos ayuntamientos la devolución de una cantidad
millonaria de fondos europeos, que fueron asignados
precisamente para poner en marcha medidas para la
descarbonización del transporte urbano y la mejora de la
movilidad sostenible.
El Estado español no puede convertirse en una excepción
en el ámbito europeo, retrocediendo en propuestas de
movilidad de bajas emisiones en un contexto de
emergencia climática y crisis energética. Se está
volviendo a estadíos inimaginables, perdiéndose mucho de
lo que se había conseguido, a pesar de que resultaba
claramente insuficiente para hacer frente al desafío
climático. En vez de transformar nuestras ciudades en
menos dependientes de los combustibles fósiles se opta
por devolver espacio al vehículo privado de motor y
contaminante.
Mientras tanto, ciudades como París están avanzando de
manera decidida hacia una movilidad más sostenible. Son
conscientes de la peligrosa perspectiva de veranos con
50ºC de temperatura, mientras que aquí, más al sur, no
hacemos caso de esas advertencias que la naturaleza ha
comenzado a enviarnos, materializadas, entre otras, en
olas de calor repetidas y casi permanentes.
Algunos ejemplos de estos pasos atrás son: el
desmantelamiento de carriles bici en Elx/Elche y en
Logroño; la eliminación de carriles bus y bici en
Valladolid; la amenaza de eliminación de la ZBE de
Castelló de la Plana; la retirada de bolardos que
protegen algunas escuelas o la supresión del modelo Kiss
& Go y la protección de entornos escolares seguros en
diversos entornos escolares de Madrid y Gijón; la
revisión del programa Protegim las Escoles en Barcelona;
la retirada de los elementos de protección del carril
bici de Sant Cugat del Vallès; el anuncio de algunas
ciudades de que “reducirán las ZBE al mínimo”, como
Gijón y Badalona o de que eliminan restricciones de
tráfico como en Murcia; la renuncia a amplios espacios
peatonales ganados tras el COVID en Gijón y Barcelona;
la intención de quitar el tren convencional del centro
en Figueres; y un largo etcétera.
Las organizaciones instan a los nuevos equipos de
gobierno municipales a que reconsideren sus posiciones.
No existe el derecho a circular en coche o moto, pero sí
el derecho a la salud y a un medioambiente limpio. Las
autoridades municipales deben tener como prioridad
máxima la protección de la salud de la población.
Las firmantes interpelan a la ciudadanía para que se
movilice y deje claro que hay muchas personas que no
desean que sus ciudades vuelvan a ser colonizadas por
los coches, perdiéndose las tímidas mejoras alcanzadas.
Las ciudades son de las personas, y su ordenación debe
dirigirse al bienestar de la población, recuperando el
espacio que a lo largo de los años les ha usurpado el
tráfico motorizado.
Por último, se insta también al Gobierno de España y a
los distintos gobiernos autonómicos para que, sin
menoscabo de las competencias propias de las autoridades
locales, velen por el cumplimiento estricto de la ley.
Significadamente, de la Ley de Cambio Climático y
Transición Energética y el Real Decreto 1052/2022, de 27
de diciembre, por el que se regulan las zonas de bajas
emisiones. No es admisible que muchos ayuntamientos
eludan el cumplimiento del mandato legal, o que otros,
actuando en un claro fraude de ley, establezcan ZBE
irrisorias, o bien anuncien ya que las dejarán
prácticamente sin efecto, una vez conseguido el dinero
europeo para su entrada en servicio”. |
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