• Durante 2020 se comunicaron un total de
18.542 partes de baja por enfermedad profesional, lo que
supone un descenso del 32% respecto a 2019. Este
descenso rompe la tendencia de aumento que se venía
produciendo desde 2012, y claramente tiene su causa en
la pandemia de COVID-19, tanto por la menor actividad
como por el subregistro de estas enfermedades.
Según los datos del CEPROSS (Comunicación de
Enfermedades Profesionales de Seguridad Social)
publicados en la web del Ministerio de Inclusión,
Seguridad Social y Migraciones, durante el año 2020 se
han comunicado un total de 18.542 partes de enfermedad
profesional en España, lo que supone un descenso de
-32,06% respecto a 2019. De este total, 8.714
corresponden a partes con baja (un descenso de -32,33%)
y 9.828 a partes sin baja (-31,82%).
Este acusado descenso rompe la tendencia de aumento en
la notificación de enfermedades profesionales que se
venía experimentando desde 2012, año en que se alcanzó
el nivel más bajo de notificación de las 2 últimas
décadas, y devuelve a registros similares a los del año
2015. En el caso de las enfermedades profesionales
existe un enorme problema de subregistro, por lo que se
trata de una mala noticia en términos preventivos ya que
supone un retroceso en el proceso de aflorar los daños
originados por el trabajo en forma de patologías de
origen laboral.
El descenso en la notificación se observa en todos los
grupos de enfermedad. El grupo 1 (causadas por agentes
químicos) desciende un -37,2%, el grupo 2 (causadas por
agentes físicos) un -31,5%, el grupo 3 (causadas por
agentes biológicos) un -37,6%, el grupo 4 (causadas por
inhalación de sustancias y agentes no comprendidas en
otros apartados) un -37,4%, el grupo 5 (de la piel
causadas por sustancias y agentes no comprendidos en
alguno de los otros apartados) un -34,1% y el grupo 6
(causadas por agentes carcinógenos) un -20,6%.
El grupo de enfermedad con mayor notificación es el de
las causadas por agentes físicos, tal y como sucede
todos los años. En 2020 acumula el 86% de los partes,
fundamentalmente a la alta notificación de trastornos
musculoesqueléticos. Como sucede también todos los años
el grupo con menor notificación es el de las
enfermedades por exposición a agentes cancerígenos, que
sólo concentran un 0,3%. En 2020 sólo se han comunicado
50 cánceres de origen profesional, 34 de ellos con baja,
lo que supone un escandaloso subregistro ya que las
estimaciones más prudentes indican unos 10.000 casos
anuales de cáncer de origen laboral en España.
Dónde existen diferencias importantes es en la
distribución de partes por sexos. En el caso de las
mujeres el descenso es más acusado que en los hombres:
un -35,27% por un -28,66% respectivamente. Esto supone
romper con la tendencia que se experimentaba desde 2013
de notificación de más partes con baja en mujeres que en
hombres, algo que también sucedía para el conjunto de
las enfermedades profesionales desde 2018. La causa de
este fenómeno se encuentra en los importantes descenso
en actividades altamente feminizadas y que habitualmente
concentran un número elevado de partes de enfermedad
profesional, como pueden ser los servicios de
alojamiento en hostelería (-58%), los servicios de
comidas y bebidas (-42%), las actividades
administrativas de oficina (-51%), la educación (-46%),
la asistencia en establecimientos residenciales (-36%) o
las actividades de servicios sociales sin alojamiento
(-47%).
Lo que parece evidente es que la causa de este descenso
es la pandemia de COVID-19. En el gráfico de evolución
mensual de número de partes se aprecia como en los dos
primeros meses del año se estaba notificando un número
ligeramente superior de partes que en los ejercicios
anteriores. Pero en marzo y abril, coincidiendo con el
inicio del Estado de Alarma y el confinamiento, el
número de partes se desploma. A partir de mayo se
produce una recuperación en el ritmo de notificación,
pero en cualquier caso inferior al de los anteriores
años.
“Las enfermedades profesionales son la gran asignatura
pendiente de la prevención de riesgos laborales en
España”, ha señalado Pedro J. Linares, secretario
confederal de salud laboral de CCOO. “El enorme
subregistro de este tipo de daños a la población
trabajadora es una lastre para el sistema preventivo
español porque lo que no se registra oficialmente no
existe y lo que no existe no se previene, sin olvidar
que también supone una menor cobertura para las personas
trabajadoras, lo que constituye un problema de justicia
y de efectividad del sistema.
En los últimos años denunciábamos que el incremento que
se estaba experimentando en la notificación era
insuficiente para hacer visible el problema real de las
enfermedades profesionales, por lo que un descenso como
el que hemos experimentado en 2020 es una malísima
noticia. Aunque en CCOO tenemos el convencimiento de que
el retroceso experimentado en 2020 es un problema
coyuntural vinculado a la situación de pandemia, también
creemos que son más necesarios que nunca cambios en el
sistema de notificación de las enfermedades
profesionales que acaben con el negativo papel que
juegan las Mutuas, organismos responsables del
reconocimiento del origen laboral de la enfermedad y que
en un porcentaje de los casos los califican como
enfermedad común por criterios exclusivamente
economicistas”, ha añadido Linares. |
• © valenciadiario.com
© valenciadiario.es - 2015-2020 (Todos los derechos
reservados).
• Queda terminantemente prohibida la reproducción total
o parcial de los contenidos ofrecidos a través de esta
Web, salvo autorización expresa de valenciadiario.com, o
de valenciadiario.es.
• Queda prohibida toda reproducción a los efectos del artículo
32,1, párrafo segundo, Ley 23/2006 de la Propiedad
Intelectual.
• Queda prohibida la distribución, puesta a disposición,
comunicación pública y utilización, total o parcial, de los
contenidos de esta Web, en cualquier forma o modalidad, sin previa,
expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera
reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o
revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente
lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa. |