• Un reciente artículo publicado por
investigadores de diferentes partes del planeta en la
revista Nature revela la evidencia científica sobre el
impacto del crimen organizado en la pesca y en la
conservación de especies marinas, proponiendo soluciones
a los Estados para hacerle frente.
• SEO/BirdLife pide responsabilidad, legalidad y
transparencia en la captura de las especies.
Los crímenes en el ámbito de la pesca se producen desde
hace décadas en diferentes partes del planeta por grupos
organizados especialmente peligrosos que implican desde
la destrucción de ecosistemas hasta el fraude, el
tráfico de drogas y la esclavitud de personas. Un
artículo publicado recientemente en la prestigiosa
revista Nature por parte de investigadores de
universidades de Sudáfrica, Ghana, Indonesia, Dinamarca
y México, entre otras, hace una recapitulación de los
crímenes organizados en el mar, identifica algunos casos
muy graves, muestra el perjuicio que generan desde el
punto de vista ambiental y socioeconómico, y ofrece
pautas para que se resuelvan estos crímenes de forma más
eficaz en el futuro.
Uno de los ejemplos que ilustra este artículo es el caso
Vikingo, en el que la armada indonesia interceptó en
2016 el buque pesquero con ese nombre en sus aguas, que
capturó y vendió bacalao de profundidad de forma ilegal
durante más de una década en el océano Antártico, y en
el cual estuvo implicado una persona de nacionalidad
española. Indonesia les condenó a pena de prisión de
seis años por la falsificación de documentos. Asimismo,
como las redes de enmalle que emplearon superaban las
medidas establecidas legalmente, fueron condenados por
esto a una pena de prisión de cinco años y una sanción
económica de unos 150.000 dólares.
AMENAZA PARA LA PAZ Y SEGURIDAD MUNDIAL
Este tipo de delitos es una de las principales
preocupaciones de organizaciones internacionales, por
constituir una amenaza para la paz y seguridad mundial.
Tanto es así que, en 2008, la Asamblea General de las
Naciones Unidas pidió a todos los estados su implicación
para estudiar el vínculo entre la pesca ilegal y el
crimen organizado en el mar. Además, en 2018 se produjo
la Declaración Ministerial sobre la delincuencia
organizada transnacional en la industria pesquera
mundial (Declaración de Copenhague) que actualmente
respaldan 28 estados, la cual marca un rumbo hacia el
compromiso global para combatir el crimen organizado de
pesca que ayude a fomentar una economía oceánica
sostenible.
Muchos de estos delitos traspasan las fronteras de los
estados, y se producen en alta mar, donde habitualmente
no existe una regulación específica ni vigilancia, lo
que complica enormemente su investigación.
Este tipo de delitos no son casos aislados, sino más
bien poco conocidos y difícilmente detectables por la
gran complejidad que comprenden.
ENTRE LOS NUMEROSOS PROBLEMAS QUE IMPLICAN, SE
ENCUENTRAN:
PESCA ILEGAL
Los impactos ambientales que produce la pesca Ilegal a
gran escala están bien documentados, e incluyen no solo
daños severos al estado de poblaciones comerciales, sino
también prácticas destructivas que socavan los
ecosistemas marinos, a causa de, por ejemplo, derrames
de aceites o químicos durante el ataque a otros buques.
Según un estudio de 2020 liderado por el prestigioso
investigador Rashid Sumalia, se estimaron que las
capturas de pescado comercializadas ilegalmente suponen
entre 7,7 y 14 millones de toneladas cada año (el 85%
provenientes de Asia, África y América del Sur), cifra
que cobra especial relevancia sabiendo el estado
desfavorable que presentan los recursos pesqueros a
nivel global, que, según la FAO, declara que un tercio
de las poblaciones mundiales están sobreexplotadas.
Pero también genera un impacto notable en la
biodiversidad y en el conjunto del ecosistema marino.
Por ejemplo, la pesca con dinamita puede destruir
valiosos hábitats como arrecifes de coral, que son el
refugio de cría y alimentación de numerosas especies.
Por otro lado, el uso de redes de enmalle ilegales ha
llevado a la vaquita marina (víctima de captura
incidental) al borde de la extinción, un problema
compartido por otras especies como por ejemplo las aves
marinas.
IMPACTO ECONÓMICO
Según el mencionado estudio de Sumalia, dichas capturas
ilegales alcanzan un valor de entre 9.000 y 17.000
millones de dólares anuales, que son invertidos en
mercados ilegítimos y que perjudica gravemente a todos
los pescadores que sí pescan con criterios de
responsabilidad. De hecho, otro estudio del 2017
demuestra que la sobreexplotación de la langosta de roca
de la costa oeste ha llevado a que miles de pescadores
de subsistencia no tuvieran suficientes cuotas, y, en
consecuencia, algunos hayan desarrollado actividades
ilegales para aumentar su fuente de ingresos.
OTROS DELITOS: FRAUDE, DELITOS
FISCALES, CORRUPCIÓN Y TRÁFICO DE DROGAS
En este tipo de delitos suele ser frecuente la
falsificación de documentos y la evasión de impuestos.
Este tipo de crimen organizado es especialmente
corrupto, donde los sobornos para reducir las sanciones
o ignorar la captura ilegal de pescado están a la orden
del día. Asimismo, los buques pesqueros son medios de
transporte ideales para el tráfico de drogas, dada su
alta presencia en el mar, falta de vigilancia y su
facilidad para transbordar y acceder a pequeños puertos.
En Nigeria, por ejemplo, un artículo de 2020 liderado
por Ife Okafor-Yarwood revela que los pescadores
costeros tienen miedo de salir al mar por los ataques
violentos de los barcos piratas ilegales que participan
en robos a mano armada en el mar y contrabando de
petróleo, lo que conlleva a que las mujeres encargadas
de su posterior venta, al carecer de suficientes
productos, se ven obligadas a ejercer la prostitución
para llegar a fin de mes.
EL TRABAJO DE SEO/BIRDLIFE CONTRA LA PESCA ILEGAL
SEO/BirdLife intenta desde hace años, dentro de su
Programa Marino, poner solución a las actuaciones
ilegales que afectan a los ecosistemas y a las aves
marinas. Destaca su labor tratando de minimizar las
capturas accidentales que afectan a especies sensibles,
en especial, a la pardela balear, única ave marina
endémica de España que se encuentra en peligro de
extinción. Esto lo hace gracias al programa Pleamar de
la Fundación Biodiversidad, en la que actualmente con su
proyecto Zepamar se pretende poner a punto medidas de
mitigación junto con pescadores artesanales para
minimizar estos fatídicos incidentes. También se trata
de abordar este problema desde un punto de vista
político (con su proyecto Aves y Gobernanza Pesquera,
financiado por la Fundación MAVA), donde se busca un
mayor compromiso en la adopción de acciones consensuadas
por todas las partes implicadas.
Por otra parte, el proyecto Life Guardianes de la
Naturaleza contra el Crimen Ambiental, financiado por el
programa Life de la Unión Europea, pretende mejorar la
efectividad y la eficacia de las acciones dirigidas a
combatir los delitos ambientales.
¿QUÉ PODEMOS HACER PARA ACABAR CON ESTA AMENAZA?
• La complejidad que presenta el crimen organizado en
pesca exige llevar a cabo medidas estrictas, tal y como
especifica el artículo.
• Mayor comprensión transnacional en la identificación
de zonas conflictivas y de las herramientas legales
adecuadas para acabar con estos delitos.
• Endurecimiento del régimen sancionador de las leyes.
Solo con medidas administrativas no se conseguirá
disuadir este tipo de operaciones, ya que estas tramas
consideran estas sanciones como parte de su negocio.
Muchos países castigan este tipo de delitos con
sanciones penales, como Noruega, que pueden suponer una
pena de prisión de hasta seis años, además del decomiso
de bienes.
• Cooperación regional y global en la investigación y
resolución de este tipo de crímenes que se producen en
diferentes partes del planeta e implicación política.
• Capacitación a las autoridades en la mejora de
habilidades que permita investigar con mayor eficacia el
estudio financiero de las actividades delictivas en la
pesca, así como el intercambio de información y
sensibilización.
El crimen organizado en el sector pesquero pone en
riesgo las bases para alcanzar una economía oceánica
sostenible, debido a las importantes consecuencias
sociales, económicas y ambientales que dejan a su paso,
incluidas las implicaciones en la seguridad mundial.
Además, dificulta el logro de varios Objetivos de
Desarrollo Sostenible (ODS) -marcados por Naciones
Unidas- que deben cumplir los estados para el 2030,
entre los cuales destacan el ODS 14 sobre la vida
submarina, el ODS 16 sobre paz, justicia e instituciones
sólidas, el ODS 2 de hambre cero, y el ODS 12 sobre
producción y consumo responsables.
Para Beatriz Barajas, técnica del Programa Marino de SEO/BirdLife,
“todos podemos aportar exigiendo responsabilidad,
legalidad y transparencia en la captura de las especies
que consumimos. La presión social junto con la voluntad
política serán claves para hacer frente a estos crímenes
ambientales que producen no solo un grave declive en los
ecosistemas, sino también un serio problema para los
derechos humanos y la paz mundial”. |
• © valenciadiario.com
© valenciadiario.es - 2015-2020 (Todos los derechos
reservados).
• Queda terminantemente prohibida la reproducción total
o parcial de los contenidos ofrecidos a través de esta
Web, salvo autorización expresa de valenciadiario.com, o
de valenciadiario.es.
• Queda prohibida toda reproducción a los efectos del artículo
32,1, párrafo segundo, Ley 23/2006 de la Propiedad
Intelectual.
• Queda prohibida la distribución, puesta a disposición,
comunicación pública y utilización, total o parcial, de los
contenidos de esta Web, en cualquier forma o modalidad, sin previa,
expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera
reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o
revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente
lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa. |