• La central sindical ha celebrado hoy un
acto público en conmemoración de la Jornada Mundial por
el Trabajo Decente. Una jornada de movilización
convocada por la Confederación Sindical Internacional
para reivindicar trabajo digno y con derechos, que este
año pone ha puesto el foco en la necesidad de invertir
en los sectores asociados a los cuidados.
El secretario general de CCOO PV, Arturo León, ha
denunciado que los trabajos asociados al sector de los
cuidados están infravalorados, son precarios y tienen
bajos salarios. “No es casualidad que las mujeres sigan
asumiendo más de las tres cuartas partes de los cuidados
no remunerados, uno de los principales obstáculos de las
trayectorias laborales femeninas y causa de la brecha
salarial y de pensiones”. León ha apuntado a la creación
del Observatorio del Trabajo Decente, propuesta de CCOO
PV, que contempla cuantificar el peso de los cuidados en
el PIB.
El dirigente sindical ha señalado que, en 2018, en
España, se emplearon 130 millones de horas diarias en
realizar trabajo de cuidados no remunerado, una cifra
que, según un informe de la OIT, equivale a 16 millones
de personas trabajando ocho horas diarias, el 15% del
PIB español. Según este mismo informe, el 25% de las
mujeres españolas en edad de trabajar declara que no
está disponible para el empleo debido a
responsabilidades familiares o domésticas, frente al 13%
en Portugal, o el 10% en Francia. CCOO PV defiende la
desfeminización de los cuidados y hacerlos emerger como
una necesidad social; ello supone que el Estado debe
hacer una fuerte inversión pública que garantice el
derecho a una vida digna y saludable.
En el País Valenciano, el sistema de atención a la
dependencia sigue siendo insuficiente, y más de 26.600
solicitudes esperan a ser atendidas. “Dos problemas
están en la base, la financiación autonómica y el
incumplimiento de las aportaciones del Estado a la
financiación compartida de la Ley de Dependencia”, ha
afirmado León.
TRABAJADORAS DEL HOGAR CON DERECHOS
Mª Carmen Jiménez, trabajadora del hogar, ha denunciado
la exclusión social que padecen muchas compañeras
extranjeras, por el desarraigo y por las malas
condiciones de trabajo. Un sector caracterizado por una
gran desigualdad con respecto al resto de trabajadores y
trabajadoras. “No tenemos derecho a formación
profesional, ni a alcanzar categorías profesionales,
pues no es lo mismo cuidar a una persona mayor, a
criaturas o hacer la comida, un aspecto que sí está
reconocido en otros países europeos”. Jiménez ha
denunciado que las trabajadoras del hogar están
excluidas del subsidio de desempleo, una situación que
se agrava a partir de los 45 años, cuando empiezan las
dificultades para encontrar trabajo y muchas mujeres se
encuentran en peligro de exclusión social.
En este punto, Cloti Iborra, secretaria de la Dona,
Políticas LGTBI e Institucional de CCOO PV, ha anunciado
las recientes medidas aprobadas en el Pacto Valenciano
contra la Violencia de Género, a propuesta del
sindicato, para mejorar las condiciones de este sector.
Entre las más destacables, se encuentran incentivos a la
contratación estable de estas trabajadoras, a través de
deducciones fiscales, y la apertura de un proceso de
acreditación profesional y de formación complementaria.
LA ATENCIÓN A LA DEPENDENCIA, UN SECTOR “DE PASO”
El acto ha contado con el testimonio de María Marín,
trabajadora del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) en
València, que ha denunciado la precariedad del sector de
atención a las personas mayores. Un sector “de paso”
para los trabajadores y las trabajadoras, debido a los
bajos salarios, largas jornadas y sobrecarga de trabajo.
Especialmente precario es el SAD, el servicio de
atención directa en el hogar orientado a personas y
familias con independencia funcional limitada: “La
eventualidad supera el 20%, los contratos a tiempo
parcial están por encima del 85% y el salario de las
trabajadoras (más del 90% son mujeres), queda muy por
debajo de ser mileurista”.
Marín también ha denunciado los riesgos laborales para
las trabajadoras como agresiones sexuales, robos o
graves problemas de salubridad en algunos hogares. La
trabajadora ha reclamado que el Estado financie
adecuadamente este servicio, como marca la ley, “para
ampliar la cobertura y mejorar las condiciones
laborales”.
Por su parte, Carles Fons, de Homes Valencians per la
Igualtat, ha afirmado que la desigualdad en la asunción
de los cuidados impide a las mujeres un desarrollo
profesional y personal en igualdad de condiciones con
los hombres. Fons aboga por la corresponsabilidad, tanto
en la ejecución como en la planificación de las tareas
reproductivas, y por la reducción de la jornada laboral.
Unas tareas infravaloradas socialmente y económicamente,
que según estimaciones de economistas, “si se
monetarizaran supondrían el 40% del PIB”. |
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