• Según los datos oficiales, nuestro país
se quedó en el 0,20% de la Renta Nacional Bruta –RNB- en
2018, niveles similares a los de 1990. Al término de la
próxima legislatura, la Ayuda Oficial al Desarrollo –AOD-
tendría que situarse en el promedio europeo: el 0,5%.
• En el último decenio, mientras la AOD del conjunto de
países donantes de la OCDE aumentaba un 24,5%, la
aportación española se reducía en un 55,7%. En el caso
de la acción humanitaria esa caída fue del 81%.
• Oxfam Intermón considera que la Agenda 2030 es una
gran oportunidad para que España aúne su agenda
doméstica e internacional en torno al desarrollo
sostenible. Para ello, propone una Vicepresidencia de
Desarrollo Sostenible, donde se integre la Cooperación
al Desarrollo, y una apuesta estratégica basada en la
defensa de los DD.HH., la lucha contra la desigualdad y
la justicia de género.
En el último decenio, España ha reducido su ayuda al
desarrollo hasta 5 veces más que ningún otro país
miembro del Comité de Ayuda al Desarrollo –CAD- de la
OCDE. Este gran descenso ha dejado a la AOD en tan solo
2.186 millones de euros en 2018, un 0,20% de la RNB, por
debajo del porcentaje de 1990, según el informe anual
“La Realidad de la Ayuda” de Oxfam Intermón.
Tras su particular década perdida, la organización
considera la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible
una gran oportunidad para nuestro país y pide establecer
un calendario que sitúe la cooperación en el promedio
europeo del 0,5% al término de la legislatura, como se
han comprometido partidos como PSOE y Unidas Podemos en
sus programas electorales.
El balance del último decenio es muy negativo, con
cifras que hablan por sí solas: mientras que la
tendencia de los donantes miembros del CAD en este
período ha sido positiva con un incremento total del
24,5%, en España la ayuda al desarrollo ha tenido un
descenso acumulado del 55,7% entre 2008 y 2018. Es el
dato más negativo del conjunto de los miembros del
CAD–OCDE y único descenso en la Unión Europea.
Nuestro país está a la cola de los donantes de la OCDE
en cuanto a su aportación de ayuda, solo por delante de
Estados Unidos y los países de Europa del Este, y lejos
de la media de los donantes del CAD, con el 0,31%. Más
aún de la europea con un 0,47%, y con países como
Dinamarca y el Reino Unido uniéndose ya al club del
0,7%.
OPORTUNIDAD: AGENDA 2030 PARA EL DESARROLLO
SOSTENIBLE
“El último decenio ha dejado a España como un actor
internacional con poco peso, limitado a aportaciones
casi siempre simbólicas en las iniciativas globales en
favor del desarrollo. El esfuerzo para situarse en una
posición acorde a su dimensión económica y su
responsabilidad política debería ser significativo e
iniciarse cuanto antes”, explica el responsable de
financiación al desarrollo de Oxfam Intermón y autor
principal del informe, Jaime Atienza.
“La Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo
Sostenible, asumidos por España, aúnan el deber ético y
solidario en la lucha contra la pobreza y la
desigualdad, con la responsabilidad de impulsar los
desafíos globales que la Agenda define: justicia de
género, modelos productivos y energéticos, futuro del
empleo, sostenibilidad ambiental. Además, el vacío
creado por el papel de EE.UU. y el Brexit, abren a
España la posibilidad de ser un socio referente en el
futuro de la UE, coliderando con Francia y Alemania su
política de desarrollo y ayuda internacional”, según el
portavoz.
El informe señala que la mayor parte de los montos que
España dedica a ayuda son contribuciones obligatorias
tanto a la UE como a los organismos financieros
internacionales de los que forma parte. Solo la
aportación a la UE absorbe cerca del 50% de la AOD año
tras año. Asimismo, se contabiliza dentro de la misma el
coste de la atención de las personas refugiadas dentro
de nuestras fronteras, que ha superado el 10% de la
ayuda total en el último año con un monto de 230
millones de euros.
“La cooperación española requiere de una refundación
–continúa Atienza-. Debe repensarse en el nuevo contexto
global definido por la Agenda y los desafíos globales de
la crisis ecológica y de desigualdad. La ventaja para
España es que puede aprender de los cambios vividos esta
década en otros países. El asunto ya no es solo ayudar a
quienes sufren crisis, defender derechos, fortalecer
instituciones y promover el desarrollo sostenible en los
países más vulnerables. Es afrontar juntos los retos de
la humanidad que afectan, así sea de manera diferente, a
la población española a la de Burkina Faso o a la de
Perú”.
LA PARTIDA DE AYUDA HUMANITARIA BAJO MÍNIMOS
Un especial análisis merece la partida destinada a ayuda
humanitaria, esencial para responder al sufrimiento
provocado por los conflictos, el cambio climático y los
desastres naturales. Actualmente, más de 134 millones de
personas en todo el mundo dependen de ella. En el
período que va de 2008 a 2017, la ayuda humanitaria
acumula un descenso del 81,4% (de 298 millones de euros
a 51 millones de euros), mientras las necesidades
humanitarias reflejadas en los llamamientos de Naciones
Unidas se han más que triplicado (de 7.200 millones de
dólares a más de 25.000 millones de dólares) fruto del
aumento de los conflictos, especialmente en África y
Oriente Medio. Asimismo, se ha alcanzado el pico en el
desplazamiento forzoso de personas, tanto internos como
internacionales, con 70,2 millones de personas en 2018,
según ACNUR.
En contraposición con estos datos, las buenas noticias
vienen de la mano de la cooperación descentralizada. En
2015 inició su recuperación, y en 2017 continuó
aumentando por tercer año consecutivo, incrementando de
media un 12% respecto al año anterior. Las CC.AA. son
fundamentales para entender esta subida, ya que
destinaron a la AOD casi un 25% más mientras que los
Entes locales lo redujeron en casi un 16%. País Vasco,
Andalucía y Cataluña están a la cabeza en cuanto a su
contribución a la cooperación.
Ante este escenario y de cara a la próxima formación del
Gobierno, el portavoz señala: “Es esencial que España
tenga un papel relevante en el mundo como un país que
defiende los Derechos Humanos, incluyendo los de las
personas que se desplazan forzosamente, la lucha contra
la discriminación de género, así como liderar la lucha
global contra la desigualdad”.
UNA VICEPRESIDENCIA DE DESARROLLO SOSTENIBLE,
RESPONSABLE Y GARANTE DE LA AGENDA 2030
En esta línea, la organización propone al nuevo Gobierno
medidas para llevar a cabo en los primeros 100 días,
aprovechando además la celebración de la Asamblea de
Naciones Unidas en septiembre de este año. Entre ellas,
cabe destacar la petición al futuro presidente de
anunciar ante la Asamblea General una aportación
extraordinaria de 200 millones de euros para la acción
humanitaria en las principales emergencias como las de
Yemen, Siria y el Territorio Palestino, así como en las
crisis olvidadas del continente africano. También para
contribuir al Fondo Global contra el VIH, la malaria y
la tuberculosis.
Asimismo, propone otras actuaciones de gran calado como
una reestructuración institucional que asegure la
implantación de la Agenda de Desarrollo Sostenible, en
España, en los países más vulnerables y en la arena
global, con la creación de una Vicepresidencia de
Desarrollo Sostenible. Esta tendría una función
coordinadora e impulsora de dicha Agenda para el
conjunto del Gobierno y contaría, entre otros órganos,
con una Secretaría de Estado de Cooperación para los ODS
(SECODS). Asimismo, esta reestructuración también
contemplaría el fortalecimiento de la Agencia Española
de Cooperación Internacional para el Desarrollo –AECID-
y el avance hacia la creación de un Banco de Desarrollo
como pilares de un sistema que se sitúe en vanguardia, y
que funcione como un grupo de instituciones con
funciones diferenciadas pero con una dirección única.
“España debe dar un giro profundo en su acción
internacional y buscar su valor añadido con un enfoque
estratégico de su cooperación en varios aspectos:
recuperar su papel inversor de forma progresiva, tanto
en la cooperación bilateral como en la multilateral,
fortalecer su papel como actor humanitario (en especial
en lo referido al papel de las mujeres en situaciones de
conflicto y construcción de la paz), asumir un papel
reforzado hacia el continente africano, mejorar y
reestructurar su cooperación financiera e invertir en
programas focalizados en justicia de género, lucha
contra la desigualdad y protección del espacio de la
sociedad civil”, añade Atienza.
Asimismo, el informe contempla otras actuaciones que
debe afrontar nuestro país como el apoyo a los países de
renta media mediante medidas que reduzcan la desigualdad
y que luchen contra el cierre de espacios a la sociedad
civil y la vulneración de Derechos Humanos.
Por último, Oxfam Intermón considera necesario asegurar
una coherencia de políticas para el desarrollo, que
suponga una apuesta clara de reducciones de CO2 para
luchar contra la emergencia climática y la inversión en
el Fondo Verde, frenar la venta de armas a países que se
utilizan para violar los DD.HH., la promoción de una
fiscalidad internacional que luche contra la evasión y
elusión fiscal que roba recursos a los países en
desarrollo, así como contribuir a la búsqueda de
soluciones a los crecientes problemas de deuda en el
continente africano.
“Con este impulso largamente esperado, España mostrará
su verdadero compromiso con la agenda 2030, y su
vocación de ser un actor implicado en la solución a los
problemas globales, dando respuesta a la vocación
solidaria de la ciudadanía española. No olvidemos que en
el Eurobarómetro de 2018 los españoles y las españolas
fueron los que más apoyo expresaron a que su Gobierno
tuviera entre sus prioridades la lucha contra la pobreza
en países en desarrollo”, concluye el autor del informe. |
• © valenciadiario.com
© valenciadiario.es - 2015-2019 (Todos los derechos
reservados).
• Queda terminantemente prohibida la reproducción total
o parcial de los contenidos ofrecidos a través de esta
Web, salvo autorización expresa de valenciadiario.com, o
de valenciadiario.es.
• Queda prohibida toda reproducción a los efectos del artículo
32,1, párrafo segundo, Ley 23/2006 de la Propiedad
Intelectual.
• Queda prohibida la distribución, puesta a disposición,
comunicación pública y utilización, total o parcial, de los
contenidos de esta Web, en cualquier forma o modalidad, sin previa,
expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera
reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o
revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente
lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa. |