• El joven nepalí atropellado el sábado
por la noche en Barcelona trabajaba para Glovo sin
contrato laboral. La situación de este repartidor de 22
años era la misma que la del resto de sus compañeros de
plataformas como Deliveroo, Uber Eats o Stuart: cargas
de trabajo extenuantes, ausencia de formación en
prevención y desvinculación por parte de su empresa de
todos los riesgos asumidos por un joven a quien ni
siquiera reconocían su condición de trabajador por
cuenta ajena.
A pesar de las distintas actas levantadas por la
Inspección de Trabajo y de la Seguridad Social y de las
sentencias dictadas por varios juzgados que determinan
que los repartidores de plataformas deben ser
considerados trabajadores asalariados, con todos los
derechos y protecciones que ello implica, empresas como
Glovo siguen manteniendo como falsos autónomos a sus
miles de empleados, que se juegan la vida cada día en
multitud de ciudades españolas a cambio de ingresos de
mera supervivencia.
La precariedad mata. Las plataformas digitales de
reparto deben empezar a cumplir de una vez por todas con
sus obligaciones legales y dejar de abandonar a su
suerte a trabajadores como el que este sábado perdió la
vida llevado por la necesidad.
* CCOO, por último, quiere expresar sus más sinceras
condolencias a la familia y seres queridos del joven
fallecido, así como su solidaridad a todos los
repartidores de estas empresas. |
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