• El plan es un gran paso en la dirección
correcta, ya que reconoce que los plaguicidas son una de
las principales amenazas para los polinizadores, pero no
incluye medidas ambiciosas para reducir su uso de forma
sustancial.
• En España están autorizados casi 300 plaguicidas
peligrosos para las abejas y es, además, el país europeo
que más plaguicidas utiliza.
Greenpeace ha enviado alegaciones al borrador del Plan
de Acción Nacional para la Conservación de los
Polinizadores exigiendo que incluya medidas urgentes y
sin precedentes para eliminar los plaguicidas
demostradamente peligrosos para las abejas y otros
polinizadores y una reducción drástica del uso de todos
los demás.
Pese a que el plan reconoce el peligro que los
plaguicidas representan para los polinizadores y
determina, en sus principios rectores y prioridades, que
se tiene que “evitar y reducir el uso de los
plaguicidas”, no establece ninguna medida concreta para
ello. Las que se proponen sirven única y exclusivamente
para mantener la situación tal y como está actualmente.
“Greenpeace siempre ha demandado la elaboración de un
plan de acción, por lo que este es un paso enorme en la
dirección correcta que, además, remarca la importancia
de la agricultura ecológica así como la necesidad de
ampliar el conocimiento de los polinizadores y la
evolución de sus poblaciones. Sin embargo, es una clara
concesión a la industria de los plaguicidas”, señala
Luis Ferreirim, responsable de la campaña de Agricultura
de Greenpeace.
La organización participó activamente en la reunión
organizada por el Ministerio para la Transición
Ecológica para la preparación de este borrador y envió
un documento de propuestas. Algunas de estas propuestas
han sido tenidas en consideración, pero no aquellas que
se referían a los plaguicidas.
Este hecho es especialmente relevante en España, el país
de la Unión Europea donde más plaguicidas -insecticidas,
en particular- se utilizan, según Eurostat. Además, en
España están autorizados casi 300 plaguicidas en cuya
ficha de registro se señala explícitamente que son
peligrosos para las abejas y, por tanto, para otros
polinizadores.
El peligro que representan las prácticas de la
agricultura industrial y, en particular, el uso masivo
de plaguicidas para los polinizadores y otras especies
está reconocido por distintos organismos internacionales
que apuntan, cada vez más, a la necesaria y urgente
transición hacia un modelo de agricultura sostenible que
pueda alimentar a todas las personas respetando los
límites planetarios. Un informe científico publicado en
la revista académica Biological Conservation reveló
recientemente que más de un 40% de las especies de
insectos se encuentran en peligro de extinción y que, si
no se no se toman medidas urgentes y contundentes, los
insectos podrían extinguirse en apenas un siglo al ritmo
actual de declive. En este estudio se hace referencia a
otro informe llevado a cabo en España -publicado en la
misma revista-, en el que se concluye que, de 66
especies de mariposas (polinizadoras) estudiadas durante
dos décadas, 46 están en declive.
Por otro lado, la propia FAO alertó recientemente de que
la pérdida de biodiversidad amenaza la seguridad
alimentaria. También el último informe del Programa de
las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA)
advierte de la necesidad de implementar cambios de forma
urgente para evitar la catástrofe medioambiental del
planeta y considera que la grave situación de los
polinizadores es ya “irreversible”.
”La ciencia está pidiendo medidas urgentes y sin
precedentes para impedir una catástrofe medioambiental y
el declive de los polinizadores es una triste realidad.
El futuro Plan de Acción Nacional para la Conservación
de los Polinizadores es una excelente oportunidad para
revertir esta situación y debe llevar a una reducción
drástica de los plaguicidas, una de las principales
amenazas para los polinizadores”, concluye Ferreirim.
Estas son algunas de las medidas que Greenpeace
considera imprescindibles para que el futuro Plan de
Acción Nacional para la Conservación de los
Polinizadores sea una pieza decisiva en el futuro de
estos animales:
MEDIDAS IMPRESCINDIBLES
• Establecer un calendario claro para que antes de 2025
se prohíba totalmente el uso de todos los plaguicidas
autorizados en España en cuya ficha de registro se
establezca que es peligroso para las abejas y demás
polinizadores.
• Reducir el uso de plaguicidas en un 50% para 2030.
• Establecer una hoja de ruta para conseguir que en 2030
el 30% de la superficie agrícola española sea ecológica
y en 2050, el 100%.
• Conversión a la agricultura y ganadería ecológicas de
todas las explotaciones agrarias en una franja de al
menos 20 kilómetros alrededor de espacios protegidos,
desde su límite externo. |
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