• La organización hace un llamamiento a
los partidos para que sitúen a España como donante
promedio de la UE, aumentando del 0,2% de la RNB que
destina a la Ayuda Oficial al Desarrollo –AOD– al 0,5%
al final de la próxima legislatura.
• Tras el recorte del 80% en Acción Humanitaria en la
última década, es prioritario que los programas
contemplen recuperar estos fondos hasta alcanzar el 10%
de la AOD, destinando el 15% de ello a promover una
política exterior que priorice la equidad de género.
• Oxfam Intermón pide, además, que los partidos
contemplen la reducción de la desigualdad como una
prioridad de primer nivel con medidas ambiciosas en
empleo, protección social y fiscalidad.
A falta de poco más de un mes para las elecciones
generales españolas, Oxfam Intermón hace un llamamiento
a los partidos políticos para que en sus programas
electorales propongan medidas que consigan una política
exterior más solidaria y feminista, mediante el aumento
del presupuesto destinado a cooperación al desarrollo,
así como el fomento de la equidad de género, que
contribuya a construir un mundo sin desigualdades ni
pobreza.
En la última década, nuestro país fue uno de los que más
castigó su cooperación con una reducción superior al
70%. Para responder al compromiso que España ha hecho
con la agenda 2030, y que contempla la sostenibilidad y
la reducción de la pobreza y la desigualdad tanto dentro
como fuera de nuestras fronteras, es necesaria una
inversión decidida en cooperación al desarrollo.
“Tras años de progreso en la lucha contra el hambre y la
pobreza, esa tendencia se ha roto fruto de las
crecientes desigualdades y las dinámicas de los
conflictos y el cambio climático. Lo logrado con décadas
de esfuerzo se encuentra seriamente amenazado si no se
opta por una presencia activa en el mundo a través de la
política exterior y de cooperación. España tiene la
responsabilidad como potencia media de contribuir a la
lucha contra la pobreza y la desigualdad y por la
sostenibilidad para responder a los Objetivos de
Desarrollo Sostenible –ODS–”, señala el director general
de Oxfam Intermón, José María Vera.
Para lograrlo, la ONG pide a los partidos que se
comprometan en sus programas electorales a situar a
España como donante promedio de los países de la zona
euro, lo que implicaría pasar de una contribución media
del 0,2% al 0,5% de la RNB al final de la próxima
legislatura.
Especial mención merece la partida en Acción
Humanitaria. A pesar de que los conflictos han aumentado
y las necesidades humanitarias se han multiplicado,
España ha recortado los fondos de ayuda humanitaria
hasta un 80% en la última década. Así, la organización
pide a los representantes políticos que prioricen la
recuperación de estos fondos hasta alcanzar un 10% de la
AOD para el final de la legislatura, con un presupuesto
de al menos 150 millones para 2020 y que ponga el foco
en las crisis prolongadas como Yemen, Siria, Irak o la
República Centroafricana.
UNA POLÍTICA EXTERIOR QUE INCLUYA LA IGUALDAD DE
GÉNERO
España, más que otros países por su tradición en
política exterior como país que defiende de manera
prioritaria los derechos de las mujeres, también debería
invertir un 15% de la Ayuda Oficial al Desarrollo a la
igualdad de género. Las mujeres y las niñas son las
principales víctimas de las crisis humanitarias en el
mundo. Por ello, Oxfam Intermón pide a los partidos que
apuesten por una política exterior que las sitúe en el
centro de la respuesta, fomentando la equidad de género
y su participación, así como incrementando los recursos
económicos y humanos para la implementación del Plan
Nacional de Mujeres, Paz y Conflicto en los distintos
contextos y en España.
Asimismo, para garantizar la defensa de los derechos
humanos y la protección de las mujeres en zonas de
conflicto es imprescindible frenar la venta de armas a
países donde pueden ser utilizadas para violar los
derechos humanos de la población civil. Desde 2008, el
comercio de armas se ha disparado con un crecimiento del
103% con Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos
encabezando la lista de los países de destino. España
ocupa la 7ª posición entre los principales estados
vendedores del mundo (datos del SIPRI 2019), siendo
Arabia Saudí el principal país a quien exporta.
Tanto los conflictos como la pobreza y la desigualdad
hacen difícil garantizar una vida digna a muchas
personas, por eso las migraciones, tanto forzosas como
voluntarias, se han intensificado en todo el mundo. En
este sentido, la organización pide que los partidos
políticos establezcan políticas que garanticen los
derechos de las personas que se desplazan, protegiendo
de manera especial a las mujeres y a las niñas y niños,
garantizando vías legales y seguras y asegurando que se
cumplen los pactos de migración y refugio con los que
España ya está comprometida.
“Es necesario establecer una respuesta nacional para una
migración ordenada, segura y regular que asegure la
implementación de los pactos mundiales de migraciones y
refugio mediante, una responsabilidad compartida
comprometiéndose con cuotas de asilo y refugio, el
refuerzo del servicio público de rescate, así como el
apoyo y facilitación a otras operaciones de búsqueda y
desembarco en el Mediterráneo. Nuestros políticos tienen
que promover un discurso responsable que hable de la
migración como un bien público y no como una amenaza”,
apunta Vera.
POLÍTICAS PARA REDUCIR LA DESIGUALDAD EN ESPAÑA
Por otra parte, Oxfam Intermón recuerda que cualquier
Gobierno resultante de las próximas elecciones debería
contemplar la reducción de la desigualdad como una
prioridad de primer orden en sus programas electorales
con medidas ambiciosas en empleo, protección social y
fiscalidad.
Y es que los datos hablan por sí solos: España ocupa el
cuarto lugar en la lista de países más inequitativos de
la UE (tras Bulgaria, Lituania y Letonia). La crisis
económica trajo consigo una caída desproporcionada de
los ingresos de las familias de menor renta y hoy la
diferencia entre el 10% más pobre y la media de ingresos
es la tercera más grande de la OCDE, sólo por detrás de
EE.UU. y Costa Rica. En España, 9,9 millones de personas
viven por debajo del umbral de la pobreza.
“La desigualdad en España no se ha reducido con el
crecimiento económico. Mejorar en equidad repercutiría
en mejoras en nuestra economía, aumentaría nuestra
cohesión social y haría de nuestro país una sociedad más
justa, en la que todos y todas podríamos disfrutar en
igualdad de condiciones de derechos y oportunidades.
Hacerlo es posible. Somos la quinta economía de Europa y
muchos de nuestros países vecinos hacen más y mejor por
redistribuir ingresos y tener un mercado de trabajo
menos inequitativo. Y es urgente hacerlo”, subraya Vera.
Acortar la brecha entre los que más tienen y los que
menos significa cumplir con el ODS 10, un objetivo de
desarrollo sostenible que obliga a los países a reducir
la desigualdad. Para Oxfam Intermón, es necesario
comprometerse a lograr que en 2030 el índice de Palma
haya bajado de 1,32 hasta 1.
A pesar de que el PIB español alcanzó los niveles
precrisis en 2016, la masa salarial sigue siendo 4,3
puntos menor de lo que lo era en 2008. El trabajo
precario y los bajos salarios impiden que el crecimiento
económico llegue a todas las personas trabajadoras. Del
total de asalariados dados de alta en el Régimen General
de la Seguridad Social, 1 de cada 2 tiene un contrato
parcial, temporal o ambas cosas. Sin dejar de lado que,
de 2008 a 2017, los beneficios aumentaron un 11,3% y los
dividendos un 15,5%, mientras que los salarios bajaron
un 4,2%.
En este sentido, Oxfam Intermón pide recuperar el peso
de los salarios en el PIB para que llegue a los niveles
de 2008 mediante el incremento del SMI a 1000 euros en
2020, reforzando la negociación colectiva, especialmente
con las mujeres ya que ellas son las que más han perdido
con la precarización del empleo. La ONG también pide a
los partidos políticos que promuevan cambios
legislativos encaminados a reducir la precariedad
laboral, regulando la temporalidad y la parcialidad
abusiva, acabar con la subcontratación y regular la
situación del trabajo doméstico, de manera que se
garanticen los derechos de las mujeres que trabajan en
este sector.
Además, el sistema de protección social español, uno de
los mecanismos más eficaces para reducir la pobreza,
está infradotado. En España, se reduce la pobreza en
menos de 1 de cada 4 personas, mucho menos que otros
países vecinos como Finlandia, Dinamarca o Irlanda que
lo hacen en 1 de cada 2. Asimismo, el diseño de este
sistema es claramente ineficiente, ya que deja a un
millón de personas más viviendo en la pobreza. Por otro
lado, la presión fiscal que garantiza financiar el
sistema de protección social es 2,6 puntos más baja que
la que había en 2007, y no recauda de los que más
tienen: siguen siendo las familias las que aportan el
83% de la financiación del estado.
Es necesario invertir más en protección social, poniendo
en marcha un sistema de garantía de ingresos de amplia
cobertura que garantice ingresos dignos para todas las
personas y establecer un calendario de aumento de una
pensión no contributiva hasta los 500 euros para
asegurar una media estatal que permita a las personas
salir de la pobreza.
“En España, el sistema de garantía de ingresos no sólo
está infradotado, sino que su diseño es sumamente
ineficiente, complejo y poco articulado. Es un colador
por el que se filtran miles de familias hacia el vacío
al no tener ninguna red de protección: 593.500 hogares
carecen de algún tipo de ingreso”, añade Vera.
Igualmente, el sistema impositivo español recauda menos
que otros y no de quien precisamente más tiene. En el
período postcrisis, ha aumentado la importancia relativa
de impuestos que descansan fundamentalmente sobre las
espaldas de las familias frente a lo que soportan las
empresas a través del Impuesto de Sociedades.
La ONG exige a los partidos a que se comprometan con una
agenda para alcanzar la presión fiscal de la zona euro
en un plazo de 3 años (España tiene una presión fiscal
del 34,5% del PIB, 6,9 puntos inferior a la media de la
zona euro), y para ello es necesario gravar o trasladar
la presión fiscal desde el consumo y el trabajo hacia la
acumulación de la riqueza y el capital.
Finalmente, para luchar contra la desigualdad hay que
asegurar que las grandes empresas pagan su cuota fiscal
justa luchando contra la evasión y la elusión fiscal
poniendo especial énfasis en la desaparición de los
paraísos fiscales, empezando por establecer una lista
negra española lo más amplia posible. |
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