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Fuente: Greenpeace
Valencia 16 de noviembre de 2018

GREENPEACE APOYA “MADRID CENTRAL” COMO MEDIDA CLAVE PARA REDUCIR LA CONTAMINACIÓN

• Mañana sábado Greenpeace convoca, junto a 1.400 organizaciones, una concentración en defensa de “Madrid Central”.
• Restringir el tráfico a los vehículos contaminantes es la mejor forma de garantizar un aire limpio en las zonas urbanas.
• En 2023 todos los grandes municipios españoles deberán contar con Zonas de Bajas Emisiones, similares a las previstas en Madrid o Barcelona.

Más de 1.400 organizaciones (entre ellas Greenpeace, Ecologistas en Acción, FRAVM y la FAPA Giner de los Ríos) han convocado una concentración mañana sábado 17, a las 11h, frente al Palacio de Cibeles de Madrid, en defensa de “Madrid Central”, la zona de bajas emisiones que se pone en marcha el 30 de noviembre. El fin es visibilizar el apoyo social a la medida, frente a las amenazas de frenar este proyecto tan clave en la lucha contra la contaminación del aire.

Greenpeace recuerda que la limitación de tráfico en el distrito centro es un proyecto aprobado por el Pleno y planificado desde hace más de 10 años. Frente a las voces que hablan de “improvisación” y piden paralizar Madrid Central, la organización ecologista recuerda que la implantación de Áreas de Prioridad Residencial (APR) es una estrategia ya fijada en Plan de Movilidad Urbana Sostenible de Madrid (2014) y en la Estrategia de Calidad del Aire y Cambio Climático de la Comunidad de Madrid (“Plan Azul+” 2013)

“La primera APR se implantó en 2004. Está demostrado que son una buena solución para limitar el tráfico” afirma Adrián Fernández, coordinador de la campaña de Movilidad de Greenpeace España. “Por eso exigimos a la Comunidad de Madrid que deje de atacar y confundir sobre Madrid Central, retirando el recurso judicial interpuesto y trabajando por mejorar el transporte público, que es competencia autonómica”, afirmó Fernández.

La implantación de Madrid Central cuenta con el aval de la Comisión Europea, que suspendió las sanciones contra España por exceder los niveles de contaminación a la espera de evaluar los planes de Madrid y Barcelona para limitar el tráfico. En la misma línea apunta el Ministerio de Transición Ecológica al incluir, dentro del borrador de la Ley contra el Cambio Climático presentado esta semana, la obligación de establecer Zonas de Bajas Emisiones a los municipios de más de 50.000 habitantes para el año 2023.

En total serían 145 municipios los que liberarán su centro urbano de vehículos contaminantes. Se pretende así extender las políticas de reducción de tráfico que ya disfrutan ciudades como Vitoria, Palma de Mallorca, Pontevedra o Granada. De entrar en vigor esta ley, medidas pendientes como Madrid Central, el Plan Centro de Sevilla o la ZBE Rondas de Barcelona contarían con el respaldo del Gobierno central en su aplicación.

Greenpeace recuerda que las Zonas de Bajas Emisiones son herramientas presentes en toda Europa [1] ya que el tráfico privado es el principal emisor de contaminación en zonas urbanas. Ciudades como Berlín restringen el tráfico mediante etiquetas desde el año 2008. En Italia, Roma habilitará en enero una ambiciosa zona libre de vehículos contaminantes, siguiendo la línea ya emprendida en el centro de Milán. Y, en París, ya se plantean como objetivo un centro libre de coches mediante la peatonalización de cuatro distritos a partir de 2020. El fin del motor de combustión es una realidad y las ciudades deben liderar este cambio, a través de políticas valientes contra la contaminación.


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