• Hoy es el Día Nacional en Memoria de
las Víctimas de la Migración, una fecha simbólica para
recordar a las víctimas del naufragio de 2013 frente a
la costa de Lampedusa, y a todas las personas refugiadas
e inmigrantes que siguen muriendo en el mar Mediterráneo
y en las fronteras europeas, en su intento desesperado
de hallar protección y seguridad.
En el quinto aniversario de la tragedia que se cobró 368
vidas, ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados,
se encuentra presente en Lampedusa para tomar parte en
las iniciativas de recuerdo y concienciación, en cuya
organización ha colaborado este año. El programa incluye
talleres para estudiantes, una mesa redonda, un
concierto de Sandro Joyeaux y una ceremonia oficial con
un recorrido hasta el monumento Entrada a Europa.
El aniversario llega en un momento en el que los cruces
por el Mediterráneo son más peligrosos que nunca. Sólo
en 2018, al menos 1.720 personas han muerto o
desaparecido en sus aguas, una inaceptable pérdida de
vidas humanas. Además, en el reciente informe de ACNUR
“Travesías desesperadas”, se ponía de relieve que aunque
el total de personas que llegan a Europa por mar ha
descendido, las muertes han aumentado de manera
dramática. Una de cada 18 personas que llegó a Europa
por la ruta del Mediterráneo Central entre enero y julio
de este año falleció, en comparación a la tasa de una
cada 42 registrada en el mismo periodo de 2017.
A la dramática luz de estas cifras, es necesario
manifestar que salvar vidas en el Mediterráneo debe
continuar siendo una prioridad. El mismo informe muestra
que uno de los factores que contribuyen de manera más
importante al aumento del incremento de muertes es la
reducción de la capacidad de búsqueda y rescate en las
costas libias. ACNUR ha alabado reiteradamente los
esfuerzos de la Guardia Costera y la Armada italianas, y
de las ONG comprometidas con el salvamento de vidas en
el Mediterráneo, y sigue reiterando la urgencia de
reforzar las capacidades de búsqueda y rescate.
Además, es necesario impulsar y concretar los esfuerzos
para poner en marcha alternativas de entrada legales,
como los corredores humanitarios, la reunificación
familiar, el reasentamiento y los permisos de trabajo o
de estudios. Estas vías son alternativas efectivas para
que quienes huyen de la guerra, la violencia y la
persecución puedan alcanzar la seguridad sin tener que
recurrir a redes de trata de personas y arriesgar la
vida en peligrosos viajes.
“Cinco años después del naufragio de Lampedusa es triste
tener que destacar que no solo estamos recordando una
tragedia pasada, sino también una dolorosa realidad,
dado que hay niños, mujeres y hombres que continúan
perdiendo sus vidas en el mar en su intento de hallar
refugio en Europa”, indicó el Representante Regional de
ACNUR para el Sur de Europa, Felipe Camargo.
“Esperamos que este Día Nacional suponga un estímulo
para recobrar el sentido de la humanidad y de la
solidaridad que tanta falta hacen para abordar una
realidad que nos afecta a todos, y garantizar el derecho
a la protección de quienes lo necesitan”, concluyó
Camargo. |
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