• «Os anuncio hoy una muy buena noticia:
en el Govern de la Nau hemos conseguido sacar al
Ayuntamiento del Plan de Ajuste con que el PP había
ahogado a Valencia durante los últimos 6 años». El
alcalde de Valencia, Joan Ribó, ha anunciado hoy que el
Pleno Municipal aprobará, en la próxima sesión, la
amortización anticipada de préstamos por valor de 29,6
millones de euros. Esto permitirá sacar la ciudad y sus
finanzas de la situación especial de control y
limitaciones a que estaba sometida.
En la práctica, esto supondrá recuperar la autonomía en
la gestión municipal, tomar decisiones sobre la gestión
y las inversiones de la ciudad sin la tutela del
Ministerio de Hacienda, y dedicar los recursos
municipales a las necesidades propias que tiene València.
«En solo 3 años y con una gestión económica ejemplar,
estamos sacando a València del agujero económico del
nefasto descontrol de la derecha», ha dicho dicho Joan
Ribó, quien ha comparecido ante los medios de
comunicación acompañado por el concejal de Hacienda,
Ramon Vilar.
El alcalde ha hecho un repaso de los datos económicos
del Ayuntamiento, y ha explicado que «hemos conseguido
en 3 años rebajar a la mitad la deuda que el PP tenía en
2012. Desde el primer momento, tenía muy claro que había
que aplicar un Plan de Reducción de Deuda para el
periodo 2015-2019, que hemos mejorado todas las
previsiones, y acabaremos 2018 con una deuda de 446
millones de euros (un 52’7% respecto a los ingresos
totales del último año liquidado, en este caso 2017)».
Después, se ha referido a otro dato clave: el periodo
medio de pago a proveedores, PMP, que durante el año
2017 ha sido de una media de 2’1 días. «Un dato del que
podemos sacar pecho frente a los casi 60 días de PMP que
se acumularon en las etapas del PP. Es decir cumplimos
ampliamente el plazo máximo establecido por la normativa
sobre morosidad». Finalmente, Joan Ribó ha destacado que
«al mismo tiempo que reducimos la deuda, en vez de darlo
todo a los bancos destinamos los recursos para realizar
inversiones productivas, gastos destinados al bienestar
de la ciudadanía y, sobre todo, crear ocupación de
calidad en nuestra ciudad”.
Por su parte, el concejal de Hacienda, Ramón Vilar, ha
destacado la «trascendencia política» de esta acción
«porque salimos de uno de los constreñimientos más
restrictivos que teníamos». «Todavía seguimos limitados
en la gestión por el llamado ‘cálculo del techo de
gasto’ de la Ley de Estabilidad Presupuestaria, pero ya
podemos salir de una situación en la cual estábamos muy
mal instalados».
Los préstamos fueron contratados en 2012 en virtud del
Real Decreto 4/2012 que obligaba a las administraciones
locales que en aquel momento tenían lo que se conoce
como «facturas en el cajón». Era el caso del
Ayuntamiento de València, que entonces tenía 183
millones en estas facturas «opacas» en su Presupuesto.
Los ayuntamientos afectados, como el de València, tenían
que pedir un crédito al ICO y, a cambio, entrar en el
Plan de Ajuste. El alcalde ha explicado como «con el
Plan de Ajuste teníamos que cumplir el objetivo del PP:
destinar la economía municipal a pagar la deuda en los
bancos. A la derecha lo único que le ha interesado
mientras ha gobernado ha sido derrochar recursos
públicos en beneficio propio, e hipotecar el bienestar y
el futuro de la ciudadanía, como demostraron pactando un
Plan de Ajuste a 10 años vista».
Según ha abundado Ribó, «la mala gestión del PP,
preocupado por robar y derrochar los recursos públicos
está en el origen del Plan de Ajuste. El PP municipal
llegó a endeudar a los valencianos en casi 1.000
millones de euros (un 135% del valor del presupuesto
municipal) y ha sido el propio PP en el gobierno central
quien nos ha castigado estos últimos 6 años por eso».
Entre las consecuencia de estar dentro del Plan de
Ajuste, hay que destacar la imposibilidad de crear
ningún organismo municipal, ente o fundación, o decidir
sin ninguna traba el destino de todas las inversiones
municipales. Además, hacía necesario fijar un objetivo
en términos de estabilidad presupuestaria, con un
superávit de 90 millones de euros frente al resto de
entidades locales, «que solo tenían que estar en
equilibrio», así como someter en el Ayuntamiento a la
«tutela» del Ministerio de Hacienda, con controles
trimestrales «que el propio gobierno no se aplica a sí
mismo».
«Os tengo que recordar que, incluso, el gobierno del PP
amenazó con cerrar la EMT en aplicación del Plan de
Ajuste», ha citado como ejemplo el alcalde, quien ha
recordado: «lo dije en aquel momento y lo repetiré
tantas veces como haga falta: mientras yo sea alcalde,
la EMT no se toca, como tampoco se tocan los servicios
públicos de la ciudadanía».
El concejal Ramon Vilar, por último, ha recordado que el
Plan «venía de una deuda comercial transformada después
en crédito bancario: es decir, que su causa es que el
anterior gobierno no pagaba a los contratistas ni a los
proveedores». El delegado de Hacienda ha explicado que
el Plan de Ajuste 2012-22 «nos restaba recursos para
dedicarlos a las cosas que verdaderamente importan y son
necesarias para la ciudadanía», y ha lamentado que se
haya tenido que dedicar recursos a satisfacer deuda
derivada «no de financiar infraestructuras concretas, o
políticas sociales o decisiones en beneficio de la
ciudadanía, sino por no pagar». |
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