• Médicos Sin Fronteras ha tratado a más
del 90% de los casos hospitalizados y confirmados por
laboratorio.
40 días después de que se declarara oficialmente la
primera epidemia de Ébola en la provincia de Kivu Norte,
en República Democrática del Congo (RDC), Médicos Sin
Fronteras (MSF) ha tratado a 83 pacientes confirmados de
esta enfermedad. Esto representa más del 92%1 del número
total de pacientes confirmados hospitalizados (90) en
todos los centros de tratamiento de Ébola (CTE) desde el
pasado 1 de agosto.
De los pacientes que dieron positivo por Ébola y fueron
ingresados en el CTE de Mangina, 32 se han recuperado y
regresado con sus familias, mientras que dos siguen bajo
tratamiento y otros siete aún están esperando a recibir
el resultado de sus tests.
"Estamos en un punto crucial de la epidemia", afirma
Berangère Guais, coordinadora de emergencias de MSF en
Beni. “El número de pacientes en el centro de
tratamiento se ha reducido significativamente, pero han
surgido nuevos casos de varias cadenas diferentes en los
últimos días. Debemos continuar trabajando con la
comunidad para generar confianza y garantizar que todas
las personas que presentan síntomas sean rápidamente
aisladas y diagnosticadas. No podemos bajar la guardia
hasta que la epidemia llegue a su fin".
El 31 de julio, un día antes de que el Ministerio de
Sanidad de la RDC declarase la epidemia, los equipos de
MSF que trabajaban en el hospital en la cercana
localidad de Lubero, recibieron la alerta de un posible
brote y se desplazaron hasta Mangina, el epicentro de la
epidemia.
Inmediatamente pusieron en marcha una respuesta contra
el virus en colaboración con las autoridades sanitarias
congoleñas. Durante los días siguientes, otros
trabajadores de la organización con experiencia en Ébola
llegaron desde varios puntos del país y del resto del
mundo para formar a los trabajadores locales y al
personal del Ministerio y para reforzar a los equipos.
Los objetivos principales de MSF en la presente epidemia
son el cuidado de los enfermos y evitar la propagación
del brote.
"Sabíamos que teníamos que actuar rápido. Cuando
llegamos, vimos que el centro de salud local en Mangina
estaba abrumado. Varios miembros del personal sanitario
estaban enfermos y el número de pacientes aumentaba a
diario. Hacían todo lo que podían, pero todos estaban
hacinados en una sala del hospital. Tuvimos que actuar
rápidamente para mejorar la situación, tanto para los
pacientes como para el personal del centro", explica
Patient Kamavu, un experimentado enfermero del equipo de
respuesta rápida a emergencias de MSF en República
Democrática del Congo.
Tres días después, el 6 de agosto, habíamos conseguido
ya mejorar la seguridad de la unidad de aislamiento en
un pabellón del Centro de Salud de Mangina y construido
otra dentro del Hospital General de Referencia en Beni.
También comenzamos la construcción de un centro de
tratamiento en Mangina.
El CTE de Mangina se inauguró el 14 de agosto y cuenta
con una capacidad para atender a 68 pacientes y puede
aumentarse a 74 si fuera necesario.
En concreto, 37 pacientes fueron transferidos de la
unidad de aislamiento en Mangina al CTE ese mismo día.
La sala de aislamiento de Beni fue completada y
entregada al Ministerio de Salud, quien asignó su
gestión a otra ONG.
"Nosotros nos enfocamos en la atención a los pacientes,
mientras que nuestro equipo de logística y agua y
saneamiento trabajaba día y noche para completar un
centro de tratamiento donde se pudiera atender a los
pacientes de manera segura", explica Patient. "Era
increíble, hacíamos visitas al sitio y, un día después,
veíamos un hospital totalmente diferente".
MSF también ha construido un centro de tránsito con una
capacidad para siete pacientes en Makeke (en la frontera
entre Kivu Norte e Ituri) el 28 de agosto, para hacer
frente a varios casos en el área y a la resistencia de
la comunidad a ser transferidos hacia Mangina como
medida temporal.
Gracias a este centro de tránsito, los pacientes con
síntomas que podrían ser compatibles con la enfermedad
pueden ser aislados, sin tener que irse lejos de sus
hogares, hasta recibir los resultados de las pruebas que
determinan si tiene el virus o no. Y solo serán
derivados por carretera a uno de los centros de
tratamiento en caso de dar positivo en esa prueba.
Durante el curso de esta epidemia, MSF ha ofrecido a los
pacientes confirmados una serie de nuevos tratamientos
bajo un protocolo de uso compasivo. Estos tratamientos
se administran solo con el consentimiento informado del
paciente (o un miembro de la familia si son demasiado
jóvenes o están demasiado enfermos para dar su
consentimiento), y se les proporcionan como complemento
a los cuidados paliativos (hidratación y tratamiento
para los síntomas del Ébola, como son la diarrea y
vómitos).
"Es un gran alivio poder finalmente ofrecer a los
pacientes algo más que cuidados paliativos.
Estadísticamente, los pacientes con Ébola tienen menos
de un 50% de probabilidades de sobrevivir. Esto es
devastador y aterrador para las familias y la
comunidad", concluye Patient.
Fuera de los centros de tratamiento, los trabajadores de
MSF que trabajan en las áreas de Beni, Mangina e Ituri
-ubicada entre Mambasa y Makeke (en la frontera con Kivu
Norte)- visitan los centros de salud, enseñan al
personal a hacer un triaje adecuado de los casos
sospechosos, donan materiales de protección vitales, y
establecen áreas de aislamiento para atender de forma
segura a los pacientes sospechosos mientras llega una
ambulancia. Los centros de salud en Mangina y Beni que
han visto casos positivos también están siendo
descontaminados.
"Lamentablemente, en esta epidemia hemos visto al menos
a 17 trabajadores de la salud infectados con Ébola. El
personal sanitario que atiende a pacientes con
enfermedades como la malaria y la neumonía, o que ayudan
a las mujeres a dar a luz, debe estar protegido por un
sistema de triaje adecuado para identificar y aislar a
los pacientes con casos sospechosos de Ébola antes de
ingresar a un hospital. Esto no solo protegerá a los
trabajadores sanitarios, sino también a sus pacientes, y
evitará que los centros de salud se conviertan en
centros de amplificación para la propagación del virus",
concluye Berangère Guais.
En los últimos días, MSF ha recibido la aprobación
oficial para comenzar una campaña de vacunación para los
trabajadores de primera línea en el eje entre Makeke y
Biakato, por lo que aumentará también sus actividades en
este área de trabajo. |
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