• España, Francia y Portugal se reunirán
el 27 de julio en Lisboa para avanzar en las
interconexiones energéticas. El MidCat estará en la mesa
de negociación.
• Este gasoducto, que pretende duplicar la capacidad de
interconexión entre España y Francia, no tiene sentido
desde el punto de vista climático, energético o
económico.
• La recientemente constituida red Gas no es solución,
de la que forma parte Ecologistas en Acción, pide a los
gobiernos protagonistas de esta cumbre, y muy
particularmente al nuevo Gobierno español, que rechacen
el proyecto.
La apuesta de la Unión Europea a favor del gas natural
es un error climático, energético y económico. El
sistema gasista europeo ya está bien dimensionado y es
altamente resiliente frente a situaciones de estrés,
como lo han demostrado varios informes. La inclusión de
un número cada vez mayor de proyectos gasistas en la
lista de interconexiones energéticas europeas (la lista
de Proyectos de Interés Común, PIC) responde a una
planificación energética que no atiende a las
necesidades reales. Los proyectos PIC se benefician de
trámites agilizados y acceso preferente a la
financiación comunitaria y a las inversiones privadas.
Sin embargo, la planificación de infraestructuras de gas
la realiza un organismo (ENTSO-G) donde se integran los
principales operadores de las redes de transporte de
gas; es decir, son las propias empresas, como la
española Enagás, las que deciden qué infraestructuras
serán “necesarias” en el futuro. Unas infraestructuras
que estas mismas empresas se encargan de construir, en
un claro caso de conflicto de intereses. Seguir
sobredimensionando el actual sistema gasista solo
generará más derroche de dinero público europeo y más
deuda ilegítima, una vez que estos proyectos
infrautilizados tengan que ser rescatados por el
bolsillo de la ciudadanía.
Enagás es la empresa que se encuentra detrás de la
construcción del tramo español del MidCat, y también
tiene una participación del 16% en el TAP, el tramo
transadriático del Corredor de Gas del Sur, otra de las
megainfraestructuras que junto al MidCat se planea
construir en Europa. El Gobierno italiano ya planteó
recientemente que revisará la decisión de construir
dicho gasoducto por considerarlo innecesario. El
Gobierno español tiene ahora una oportunidad de oro de
hacer lo propio con el MidCat. El ente francés regulador
de la energía (CRE) expresó en el pasado dudas sobre el
gasoducto, asegurando que no contribuiría a la seguridad
de suministro para Francia y alertando de que
incrementaría los precios del gas para los consumidores.
Un informe independiente encargado por la Comisión
Europea a la consultora Pöyry y filtrado a la prensa
abundaba en las dudas sobre este proyecto. El informe de
Pöyry demuestra que el gasoducto solo sería
económicamente viable si se diera un conjunto de
condiciones que las personas expertas creen
absolutamente improbables (como una situación de mercado
muy ajustada del Gas Natural Licuado provocada por una
caída drástica del suministro de gas desde Argelia). El
informe revela que apenas habrá flujo de gas desde
Francia a España y que no habrá nada de flujo de gas
desde nuestro país hacia el país vecino a través del
gasoducto; la construcción del mismo no aportará ninguna
resiliencia adicional al sistema gasista europeo en
ninguna de las hipotéticas situaciones de estrés
ensayadas en el estudio.
Esto choca de plano con los argumentos esgrimidos por la
empresa española Enagás y por el anterior gobierno del
Partido Popular que defendían que el gasoducto se
convertiría en un garante de la seguridad energética en
la Unión Europea, dado que el Estado español, gracias a
sus regasificadoras, contribuiría a diversificar las
fuentes de importación de gas en la región y a
independizar a Europa del gas ruso. Además, otra empresa
española, Naturgy (Gas Natural Fenosa), ha firmado un
contrato de 20 años para importar Gas Natural Licuado
desde la planta de licuefacción de Sabetta, que se
encuentra en el círculo polar Ártico ruso, lo que pone
en entredicho dicha garantía de seguridad energética, ya
que desde enero la planta regasificadora de REGANOSA
(Ferrol) ha recibido dos buques con gas ruso. Al
conocerse el informe filtrado, Teresa Ribera, ministra
para la Transición Ecológica, ya expresó en la red
social Twitter que "tenemos un serio problema a la hora
de identificar dónde invertimos en nuestro futuro", en
relación a la falta de idoneidad de seguir realizando
grandes inversiones en proyectos energéticos que nos
alejan del Acuerdo de París.
Aún se está a tiempo de rechazar los grandes proyectos
de infraestructuras gasistas europeos que nos anclarán
durante décadas a un modelo energético caduco, basado en
combustibles fósiles. Recientemente un informe de ‘Oil
Change International’ revelaba como los países del G20
planean invertir 1,6 billones de dólares en proyectos de
gas natural. Este tipo de inversiones están en clara
contradicción con los objetivos acordados en el Acuerdo
de París. La Unión Europea tiene que romper con este
modelo, y los gobiernos español y francés pueden marcar
la senda en este sentido. Unas infraestructuras gasistas
concebidas para perdurar décadas no son compatibles con
los tiempos necesarios de reacción ante la crisis
climática, que nos obligan a abandonar los combustibles
fósiles de forma mucho más rápida. El gas es un
combustible fósil que contribuye al cambio climático,
tanto por la generación de emisiones de CO2 en la
combustión como por las emisiones fugitivas de metano.
El metano es un gas con un potencial de calentamiento
global 86 veces superior al del CO2 en los primeros 20
años de vida. Emitir 1 kg de metano es equivalente a 86
de CO2. Cada vez más investigaciones científicas
demuestran que las fugas de metano no han estado bien
contabilizadas y representan un problema climático mayor
del que se creía.
Teresa Ribera ha sido crítica con el desarrollo del gas
y siempre le ha reconocido un papel muy limitado en la
transición energética. Es la primera ministra en España
que ostenta conjuntamente las competencias de política
energética y cambio climático, y tiene por primera vez
la posibilidad de condicionar aquella a este último. La
red Gas no es solución, de la que forma parte
Ecologistas en Acción, considera que renunciar al
proyecto MidCat sería un primer paso lógico en esa
dirección.
LOS COLECTIVOS QUE INTEGRAN LA RED 'GAS NO ES
SOLUCIÓN' SON:
350 Bcn, Aliança contra la Pobresa Energètica, Amigos de
la Tierra, Asamblea Ciudadana contra el Gas en Gran
Canaria, Asociación de Cultura Popular Alborada (Gallur),
Berriztu!, Comité Cidadán de Emerxencia da Ría de
Ferrol, Ecologistas en Acción, Enginyeria Sense
Fronteres (ESF), Equo, Equo Huelva, Ferrol-Cape,
Fracking Ez, Fundación Renovables, Fundación Ecología y
Desarrollo, Greenpeace España, Instituto Internacional
de Derecho y Medio Ambiente, No Més Gas,Observatorio
Crítico de la Energía, Observatori del Deute en la
Globalització, Plataforma Ciudadana Zaragoza sin
Fractura, Plataforma por un Nuevo Modelo Energético,
Plataforma Resposta al Midcat, Plataforma Salvemos
Doñana, Podemos, SEO/BirdLife, Transport & Environment,
WWF España, Xarxa per la Sobirania Energètica. |
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