• Cuando se cumple un siglo de la
declaración del Parque Nacional de Picos de Europa,
Ecologistas en Acción y WWF, organizaciones integrantes
del Consejo de la Red de Parques Nacionales, denuncian
que el plan presentado recientemente por las
administraciones gestoras en el Patronato del Parque
Nacional de Picos de Europa para diezmar las poblaciones
de lobos es totalmente contrario a los principios
rectores de la Red de Parques Nacionales.
• Dicho plan antepone claramente ciertos intereses
privados y las presiones locales de sectores escasamente
representativos al interés general que debe primar en
estos espacios protegidos, recogido de forma explícita
en la legislación básica del Estado como prioritario y
preferente.
El documento Protocolo de Regulación de la Población del
Lobo en el Parque Nacional de Picos de Europa, promovido
por el Principado de Asturias con el apoyo del gobierno
de Cantabria y el de Castilla y León, se ha realizado
sin la más mínima justificación científica o técnica y
basándose únicamente en una presunta “enorme demanda
social” no cuantificada. El plan pretende incrementar la
persecución del lobo hasta alcanzar un nivel de daños a
la ganadería “tolerable”, algo que tampoco se
cuantifica.
Sin datos que lo corroboren y basándose, al parecer, en
las opiniones de determinados alcaldes y ganaderos, el
documento descarta la eficacia de las medidas de
compensación y prevención y responsabiliza al lobo del
declive de la ganadería extensiva dentro del Parque
Nacional, concluyendo que “la clave es regular la
población de lobo” aún más. No existe ningún dato
técnico, ni informe oficial, ni aval alguno de la
comunidad científica que justifique esa decisión.
El plan afirma además que, en caso de que las
poblaciones de lobo se “saturen” dentro del Parque
Nacional, podrían exportarse los lobos a los terrenos
colindantes provocando un nivel de daños impredecible,
lo que justificaría el mantener a raya sus poblaciones
dentro del espacio protegido. Esto supone continuar con
la política de eliminación de camadas y aumentar la caza
de adultos con armas de fuego hasta que se considere
necesario.
Además de los cupos de “extracción” fijados cada año, en
caso de producirse daños reiterados al ganado, el
protocolo faculta para matar lobos en cualquier momento
del año. También permite que los lobos no solo sean
abatidos por funcionarios, sino que a partir de ahora
pueden participar cazadores autorizados ajenos al Parque
Nacional.
Por último, se pretende dejar en manos del Comité
Técnico y de la Comisión de Gestión, (formada por las
tres comunidades autónomas implicadas, un representante
de la Administración General del Estado –con voz pero
sin voto– y un representante de los propios
ayuntamientos del Parque Nacional) la decisión sobre el
cupo de lobos a matar o sobre la realización de los
controles excepcionales. Todo ello de espaldas a la
sociedad, sin transparencia ni información, sin ninguna
participación social y sin ningún tipo de análisis
previo por parte de la comunidad científica.
Las organizaciones ecologistas denuncian que con este
modelo el Principado de Asturias, con la complicidad de
Cantabria y Castilla y León, pretenden extender al
interior del Parque Nacional el modelo arbitrario,
acientífico y caótico con el que se está manejando en la
actualidad la población de lobos en el entorno del
Parque Nacional de Picos de Europa. Un modelo que
igualmente se extendería al resto de la Cordillera
Cantábrica y que está promoviendo la agresividad social
contra la especie.
Ecologistas en Acción y WWF, con representación en los
patronatos de la mayor parte de los Parques Nacionales
de nuestro país y en el Consejo de la Red de Parques
Nacionales, consideran este plan como una auténtica
involución. Además, es un precedente peligroso y un
grave desprestigio para toda la Red de Parques
Nacionales que el Ministerio de Agricultura y Pesca,
Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA) no puede
consentir.
Estas organizaciones consideran, además, que se trata de
un grave incumplimiento, a sabiendas, de la legislación
básica del Estado en materia de Parques Nacionales por
parte de aquellas instituciones y organismos garantes de
su cumplimiento, lo cual puede entrañar
responsabilidades e ilícitos contemplados en la
legislación penal del Estado.
El Parque Nacional de Picos de Europa está declarado de
Interés General de la Nación y su gestión supone una
enorme responsabilidad. No puede gestionarse como si se
tratara de un espacio natural más, atendiendo a las
conveniencias políticas de una determinada
administración autonómica, una peligrosa deriva en la
que se encuentran ya algunos de los parques de nuestra
Red de Parques Nacionales. No hay que olvidar que este
Parque Nacional fue creado para garantizar en las
mejores condiciones posibles la conservación de una
muestra representativa de la biodiversidad de la
Cordillera Cantábrica, siendo este el único Parque
Nacional español que cuenta con poblaciones de lobo
ibérico, por lo que la conservación de esta especie en
el mejor estado posible debe ser un objetivo prioritario
para este espacio protegido.
El Parque Nacional de Picos de Europa atrae cada año a
casi dos millones de visitantes que contribuyen a la
economía de los municipios incluidos en este espacio
protegido. Por otro lado, los ayuntamientos reciben
importantes ayudas e inversiones anuales para compensar
las posibles limitaciones del Parque Nacional. La
ganadería es, asimismo, receptora de importantes
subvenciones públicas además de la indemnización de
cualquier daño ocasionado por el lobo, por lo que es
injustificable exigir que se persiga aún más a esta
especie, uno de los principales iconos del Parque
Nacional.
Ecologistas en Acción y WWF lamentan que los gobiernos
del PSOE en Asturias, del PRC en Cantabria y del PP en
Castilla y León hayan decidido celebrar el centenario de
la declaración del Parque Nacional de Picos de Europa
con un broche tan bochornoso, intensificando la matanza
de lobos y poniendo al Parque Nacional en el punto de
mira de la opinión pública nacional e internacional.
Esto muestra la clara falta de consideración que se
tiene en realidad por la preservación de un espacio
ejemplar en un año tan singular.
Por todo ello, las organizaciones ecologistas exigen la
retirada definitiva del Protocolo de Regulación de la
Población del Lobo en el Parque Nacional de Picos de
Europa y en caso de aprobación anuncian que iniciarán
acciones legales contra los responsables del plan.
Además, reclaman la intervención del MAPAMA por entender
que colisiona con la Declaración de Interés de la
Nación. Además, durante la reunión que mantendrán hoy
con la ministra Isabel García Tejerina, reclamarán un
plan eficaz para fomentar la coexistencia entre la
ganadería extensiva y el lobo dentro del Parque Nacional
que incida en la prevención de daños y en la mejora de
la comercialización y calidad de vida de las ganaderas y
ganaderos tradicionales que contribuyen a la
conservación de este ecosistema único. |
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