• Greenpeace destaca en el día del
consumidor el poder de la ciudadanía para conseguir un
planeta y una vida más saludable.
• Si seguimos con nuestro actual ritmo de consumo, la
población española necesitaría 3,5 veces su territorio
para satisfacer los recursos naturales que demandamos.
• Menos y mejor son las claves para contrarrestar datos
como que hoy compramos un 60% más de ropa y la
mantenemos la mitad de tiempo que hace 15 años.
Si alguien tiene poder hoy día para cambiar el mundo son
las personas consumidoras, por lo que en la celebración
de su día Greenpeace ha querido mandarles un guiño con
la figura del “neopolitan”. Se trata de una nueva
ciudadanía que empieza a despuntar, que se pregunta los
significados de las etiquetas, que cree que los
verdaderos malos humos son los de los coches y que
cuando ve una cebolla en un supermercado cubierta de
plástico y en bandeja de poliespan se pregunta si esta
no tiene ya suficientes capas…
Para esta iniciativa la organización ha lanzado un
divertido vídeo en el que en un minuto se cuenta la
problemática del sobreconsumo y las soluciones que hay y
ha divulgado viñetas de “neopolitans” realizadas por el
popular diseñador Alfonso Casas
Con esta campaña Greenpeace pone sobre la mesa una nueva
realidad insostenible: sin apenas darnos cuenta, nos ha
absorbido una sociedad de consumo donde prima lo rápido,
lo barato, el usar y tirar, lo individual… Las empresas
se han hecho dueñas de la palabra felicidad, nos la han
comprado. Pero, al afectar a cada ámbito de nuestra vida
el consumo nos da a su vez muchas oportunidades de
realizar cambios rápidos, reales. Cada momento del día
podemos aprovechar a romper ese círculo, a exigir
información de lo que compramos, de lo que comemos y
poder elegir. Un cambio global de mentalidades, una
conciencia de las consecuencias de nuestros hábitos de
consumo para las personas y para el planeta es la clave
para poder revertir la tendencia actual. Así, podremos
mejorar hábitos desde elegir qué desayunamos, qué
productos de cuidados usamos, la ropa que nos ponemos,
los utensilios que compramos, la forma en la que
llegamos al trabajo, la energía con la que calentamos la
casa y así hasta la noche.
“Con cada acto de consumo emitimos un voto y decidimos
qué tipo de empresa apoyamos, una que comete abusos
sociales, económicos y ambientales o todo lo contrario.
Es hora de optar por personas que consuman de manera
consciente como una forma para luchar contra la pérdida
de biodiversidad y el cambio climático”, ha declarado
Celia Ojeda, responsable de la campaña de Consumo de
Greenpeace. “Debemos bajar los ritmos frenéticos,
reconectar con el origen del producto, primar la calidad
frente a la cantidad y romper el mito de que lo
desechable es un símbolo de progreso y de éxito. Ha
llegado el momento en el que la sociedad tome el control
del planeta que desea bajo decisiones que toma a
diario”, ha añadido Ojeda.
Cartel anunciador
CUANDO LAS CIFRAS SON INSOSTENIBLES
Los actuales patrones de consumo nos indican que los
españoles necesitaríamos casi 3,5 veces nuestro
territorio para satisfacer los recursos naturales que
demandamos.
Ropa: De media, una
persona compra en la actualidad un 60% más de ropa y la
mantiene la mitad de tiempo que hace 15 años. La
industria de la moda es la segunda más contaminante del
planeta, no solo por los tóxicos que se utilizan en su
fabricación, sino también por su transporte. Reutilizar,
reparar, conservar la ropa reduce las emisiones de CO2,
agua y materias primas. Otra alternativa es optar por
moda ética y sostenible.
Plásticos: La
producción global de plásticos se ha disparado en las
últimas décadas. Entre 2002-2013 aumentó un 50%: de 204
millones de toneladas a 299 millones de toneladas. Cada
año los océanos reciben 12 millones de toneladas de
basura, de la que la mayor parte son plásticos. La mayor
parte de los plásticos se emplean en la fabricación de
envases, es decir, en productos de un solo uso. En
Europa la demanda de plásticos para envases fue del 39%
en 2013, y en España ascendió al 45%. Una botella de
plástico está unos minutos en nuestras manos y tarda 500
años en degradarse.
Carne: La ganadería
es responsable de la emisión del 14% de los Gases de
Efecto Invernadero (GEI), emite los mismos que todo el
sector del transporte junto a nivel mundial. En
particular la ganadería industrial es la responsable de
una alta pérdida de biodiversidad del planeta, de un
elevado consumo de agua y de la contaminación de los
acuíferos, de un consumo exagerado de antibióticos, de
la destrucción del modo de vida rural y además no cuida
el bienestar animal. Para producir 1kg de filete de
ternera son necesarios 15.000 litros de agua, mientras
que para producir 1 kg de zanahorias hacen falta 131
litros. Si reducimos un 50% nuestro consumo actual de
carne para 2050 conseguiremos unas personas y un planeta
más sano.
Transporte: El
transporte es el principal causante de la contaminación
atmosférica en las ciudades. Las mayores áreas
metropolitanas representan prácticamente la mitad de
todas las emisiones causadas por los desplazamientos de
índole urbano y/o metropolitano. |
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