• 2017 concluye con 54 periodistas
asesinados; 336, encarcelados y 54, secuestrados. Estas
cifras son inferiores a las de 2016, pero esconden un
preocupante abandono de la profesión periodística en
numerosos países.
• El clima de hostilidad contra los medios impulsado por
Donald Trump y las legislaciones restrictivas en Europa
erosionan la libertad de prensa en las democracias
occidentales.
• RSF respalda al cámara de Tele5 que grabó los mensajes
de Puigdemont por el indudable interés general de la
información.
Con un emocionado recuerdo a Malén Aznárez, presidenta
de Reporteros Sin Fronteras durante los últimos seis
años hasta su fallecimiento, el pasado mes de julio, la
conductora del programa “Hoy por Hoy” de la Cadena SER,
Pepa Bueno, ha abierto, como cada año, la presentación
del Informe Anual 2017 de RSF España, que en esta
ocasión ha contado con la participación del editor turco
exiliado en España Mehmet Siginir, así como con la de
Siscu Baiges, periodista y profesor asociado de
periodismo en la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB).
Invitando a ambos al acto, RSF España ha querido
homenajear a los periodistas que, en 2017, “se han
sentido solos” en el ejercicio de su labor, como ha
explicado Pepa Bueno.
Evocando los versos del poeta Ángel González “Lo que
queda -tan poco ya- sería suficiente si durase”, la
periodista ha querido ilustrar la realidad que se
esconde tras la primera buena impresión de las cifras
registradas por RSF en 2017: 54 periodistas asesinados,
336 encarcelados y 54 secuestrados; unos datos
globalmente mejores que los de 2016. Esta realidad no es
la de un mayor respeto a la actividad de la prensa,
sino, más bien al contrario, un desgaste paulatino de
las condiciones para ejercer el periodismo, lo cual
lleva al abandono de la profesión en muchos lugares del
mundo.
“Cada dato favorable contenido en el informe es
compensado por una realidad negativa que subyace bajo
él. El aumento de las suscripciones a la prensa en
Estados Unidos se debe a un presidente que odia a la
prensa y que Gobierna a base de tuits enloquecidos, en
parte contra ella. La mejora en las cifras de asesinatos
obedece a un descenso en las coberturas de la prensa
extranjera y local. Con cada alegría, un dolor”, explicó
Pepa Bueno.
El presidente de Reporteros Sin Fronteras España,
Alfonso Armada, resumió las grandes líneas del Informe
Anual de RSF, que calificó de “herramienta al servicio
de la verdad” y dedicó a aquellos periodistas que
arriesgan su integridad en el ejercicio de su trabajo
una frase de la pensadora alemana Hannah Arendt: “El
hombre que dice la verdad pone su vida en peligro”.
Armada confirmó que, desde el año 2012, el número de
periodistas asesinados desciende de forma continuada, en
una tendencia que RSF achaca principalmente al paulatino
abandono de las zonas en conflicto más peligrosas
(Siria, Libia, Yemen…), si bien recordó que, en los
últimos 15 años, han muerto violentamente mil
periodistas en todo el mundo. Además, hizo hincapié en
otra de las novedades de 2017: las mujeres periodistas
asesinadas duplican a las de 2016. Diez mujeres
informadoras fueron asesinadas el año pasado, frente a
las cinco del año anterior. Todas realizaban periodismo
de investigación, como la maltesa Daphne Caruana, que
seguía el rastro de la implicación del Gobierno de
Joseph Muscat en los papeles de Panamá y fue asesinada
con una bomba adosada a su coche, o la india Gauri
Lankesh, que investigaba movimientos extremistas
violentos, o como Miroslava Breach, que trabajaba sobre
las redes del narco en México.
ASIA, EL CONTINENTE MÁS LETAL Y REPRESOR
El continente asiático ha sido el más mortífero para los
informadores, en 2017. Entre periodistas, “periodistas
ciudadanos” y colaboradores de medios, han sido
asesinados más de una veintena informadores. Los
atentados talibanes y del Estado Islámico (ISIS)
continúan sacudiendo Afganistán, mientras que la
impunidad y virulencia de los crímenes (sobre todo
asesinatos) en India y Filipinas hacen cada vez más
imperiosa la necesidad de nuevas medidas de protección
para la prensa. La muerte del Premio Nobel de la Paz
2010, Liu Xiaobo, las dificultades -reiteradamente
denunciadas por RSF- para informar sobre el éxodo y
limpieza étnica que diezma a la comunidad rohingya, las
condenas a muerte que el régimen de Corea del Norte
impone a periodistas, la guerra sin cuartel que libra el
régimen vietnamita contra sus blogueros, o los
asesinatos de periodistas que año tras año se producen
en países como la India, Filipinas o Afganistán, han
marcado la realidad de la libertad de prensa en el
continente asiático. “China se mantiene como la mayor
cárcel del mundo de periodistas” dijo el presidente de
RSF España.
EUROPA, MERCED DE NACIONALISMOS Y LEYES REPRESIVAS
Hace ya unos años que RSF viene advirtiendo contra el
paulatino deterioro de la libertad para informar en las
democracias europeas. Legitimar el espionaje de las
comunicaciones de los periodistas lleva tiempo siendo un
objetivo del poder en Europa. Reino Unido, Alemania y
Francia han encabezado en 2017 una ofensiva legislativa
con gravísimas consecuencias para el periodismo. Estos
países han estudiado medidas que van desde los intentos
británicos de criminalizar la mera consulta de
contenidos extremistas, o convertir legalmente a los
informantes en “espías” –con las consecuencias penales
que ello conlleva–, a obligar al bloqueo inmediato de
contenidos en las redes sociales, como contempla la 'Ley
de Facebook' alemana. “Lo peor de todo esto es que no
parece preocuparnos demasiado, pareciera incluso que
estamos dispuestos a ser espiados”, dijo Alfonso Armada.
Rusia sigue siendo un país mortífero: Nikolai
Andrushchenko y Dmitry Popkov han sido asesinados con el
mismo halo de misterio que envuelve todos los crímenes
contra periodistas en este país. Además, de los
asesinatos en su territorio, Rusia sigue destacando de
forma preocupante por su participación en la propagación
de “fake news”, usando las ya famosas “granjas de
noticias falsas” implantadas en la ex República
Soviética de Macedonia.
Las graves intromisiones del Gobierno que llevan años
produciéndose en la prensa polaca son solo un síntoma de
que el auge de los nacionalismos en Europa afecta a la
propiedad de los medios y a la presión que se ejerce
sobre ellos, como ilustra también el caso de Hungría.
“Después de liberarse del yugo del telón de acero, es
dramático constatar que algunos países restringen la
separación de poderes y la libertad de información”,
lamentó Armada.
En Turquía el régimen de Recep Tayyip Erdogán no
retrocede en su órdago para eliminar del mapa cualquier
rastro de periodismo independiente. Los procesos
judiciales contra periodistas se han alargado todo el
año, mientras las autoridades judiciales abusan de la
prisión provisional para tener entre rejas a decenas de
informadores. En la actualidad Turquía es, junto con
China, la mayor cárcel de periodistas del mundo y en
términos relativos a la población, sigue ocupando el
primer puesto.
La detención de periodistas de origen turco en España (Hamza
Yalçin y Dogan Akhanli), uzbekos en Ucrania, o
azerbaiyanos en Turquía ha confirmado la imperante
necesidad de que Interpol revise sus procedimientos y
controle mejor sus sistema de alertas, para dejar de
servir, sin los filtros adecuados, a regímenes
totalitarios.
MEHMET SIGINIR: EL LÁPIZ QUE HONRA A TURQUÍA
Así lo pidió Mehmet Siginir, editor turco exiliado en
España, después de que el régimen de Erdogan expropiase
la editorial para la que trabajaba y fuese despedido de
la misma, antes del golpe de Estado, por su filiación
gulenista. Siginir, que ha podido exiliarse en España
por estar casado con una española, confirmó el total
exterminio de los medios críticos con el Gobierno en
Turquía. “No queda en mi país ni una sola cadena de
televisión, ni una sola emisora de radio y ni un
periódico que se oponga abiertamente al régimen de
Erdogan”, aseguró. “No hay prensa libre en Turquía. Solo
nos quedan las redes sociales”, añadió.
Según cifras aportadas por Mehmet Siginir, 150
periodistas están encarcelados en Turquía, pero también
amas de casa, jueces, policías, profesores o
estudiantes. “Se calcula que 115.000 personas están en
prisión injustamente”, dijo.
En cuanto a la detención de sus dos compatriotas de
origen turco en España, el pasado verano (Hamza Yalçin y
Dogan Akhanli), Siginir quiso hacer un llamamiento a las
autoridades españolas, pero también a la población civil
para que tomen conciencia del grado de opresión que
impone Erdogan: “Creo que el Gobierno y la policía
españoles, así como la población en general, no saben el
nivel de represión y sufrimiento que está encajando el
pueblo turco”, señaló. Mehmet Siginir trata de rehacer
su vida en España como puede y de superar los traumas
que marcaron su huida del país, tras el golpe de Erdogan:
“Tengo un hijo enterrado en Turquía y a un hermano en la
cárcel. Intento sobrevivir, ayudándome de un lápiz o de
una pluma para honrar a mi tierra y para aliviar mi
conciencia”, dijo visiblemente emocionado.
ORIENTE MEDIO: AUTOCENSURA Y ABANDONO DE LA PROFESIÓN
No lejos de Turquía, la violencia extrema de las guerras
en Siria, Irak, Yemen y Libia sigue arrojando un balance
desolador para la libertad de prensa en la región. En
2017, las guerras en la región se cobraron la vida de al
menos 22 informadores, del total de 54 que se
registraron en todo el mundo: 12 en siria, ocho en Irak
y dos en Yemen. Estos países, además, siguen siendo
auténticos agujeros negros de la información, en los que
reina la impunidad. No obstante, la cifra de muertos es
inferior a la registrada en años pasados. Destaca el
caso de Libia, donde por primera vez desde que comenzó
la guerra no se han registrado muertes. Los motivos, sin
embargo, no son nada positivos, como ya se ha comentado,
ya que muchos periodistas de estos países han optado por
abandonar su oficio y ejercer otra profesión menos
peligrosa.
En cuanto a los países del Golfo, 2017 se caracterizó
por la ofensiva de Arabia Saudí, Bahréin, Egipto y
Emiratos Árabes Unidos contra la cadena de noticias Al
Jazeera, que se convirtió en uno de los principales
daños colaterales del bloqueo a Catar impulsado por Riad.
Los países de la región pidieron al emirato catarí el
cierre definitivo de la cadena como uno de los 13
requisitos indispensables para levantar las sanciones.
Mientras, en el Magreb, destaca el caso de Marruecos, la
ola de protestas en el Rif ha concentrado gravísimos
ataques a la libertad de información y se ha
transformado en otro tabú informativo, junto a la
monarquía, el Islam y el Sáhara Occidental. A finales de
año, ocho informadores estaban en prisión por haber
cubierto las protestas rifeñas.
AMÉRICA: LA REGRESIÓN DE TRUMP Y EL DRAMA DE MÉXICO
México vuelve a ser el país más mortífero para los
medios de comunicación en América, pese a que la nación
no está en guerra, aunque las mafias y los cárteles que
conviven con los poderes políticos y gubernamentales han
creado un clima de violencia extrema. En 2017, 11
periodistas mexicanos fueron asesinados. Solo Siria
supera esta trágica cifra y por una sola víctima mortal.
Desde que Enrique Peña Nieto llegó al poder, el 1 de
diciembre de 2012, al menos 27 periodistas han sido
asesinados debido a su labor informativa.
En Estados Unidos, la llegada de Donald Trump al poder
ha confirmado los peores augurios sobre su inquina
contra una prensa libre. Los ataques constantes de Trump
a los medios de comunicación por difundir supuestas
noticias falsas y el constante uso que su Administración
hace del término “hechos alternativos” han instalado en
Estados Unidos un clima hostil contra el periodismo
propio de regímenes totalitarios, del que otros
“depredadores” de la libertad de prensa mundial toman
buena nota, lo cual resulta extremadamente preocupante.
“Es inconcebible que, desde la Casa Blanca, se aliente
la teoría de que los hechos son interpretables”,
denunció Alfonso Armada.
No es de extrañar que hayan aumentado las detenciones de
periodistas: según datos recabados por US Press Freedom
Tracker, en 2017, 19 periodistas fueron arrestados
mientras realizaban su trabajo y al menos diez se
enfrentaron a procesos judiciales.
PERIODISMO MENGUANTE EN ÁFRICA
Aunque el número de asesinatos ha bajado de los 13
registrados en 2015 a cinco, el año pasado, esta cifra
no constituye, paradójicamente, una buena noticia,
porque no es sino la confirmación de una tendencia que
parece imparable en los últimos años: la disminución de
las coberturas, la continua desaparición de medios y el
abandono del periodismo, o la huida o el exilio forzado
de periodistas amenazados. No existe una estadística al
respecto, pero es muy posible que África sea el
continente en el que más medios de comunicación han
cerrado en los últimos tres años, o bien arruinados o
bien obligados por la extorsión y la persecución de
autoridades que no aprecian las informaciones críticas,
o simplemente independientes, que traten asuntos que
preferirían que se mantuvieran ocultos, y que se atrevan
a dar espacio a la oposición. África ostenta el dudoso
honor de ser el continente con mayor número de
depredadores (10) de la información del mundo: Los
presidentes de siete países, más dos ex presidentes y el
grupo islamista somalí Al-Shabaab. Todos figuran desde
hace años en la lista de depredadores de la libertad de
información que elabora RSF.
ESPAÑA: LA PRENSA, VÍCTIMA COLATERAL DEL CONFLICTO EN
CATALUÑA
Si el conflicto que ha enfrentado durante los últimos
años a las fuerzas independentistas catalanas con el
Gobierno central ha ido pasando una lenta, pero
constante factura al periodismo en Cataluña, los últimos
tres meses de 2017 figuran ya entre los más negros de la
Historia democrática de esta comunidad, en lo que a la
libertad de prensa se refiere. La escalada de tensión
vivida desde la proclamación de las llamadas “leyes de
desconexión” en el Parlament, los días 6 y 7 de
septiembre, hasta la Declaración Unilateral de
Independencia, el 27 de octubre y la posterior detención
de todo el Govern (con la excepción del cesado president
Carles Puigdemont y de los ex consellers que permanecen
huidos en Bélgica) ha situado a los profesionales de los
medios catalanes y enviados a Cataluña ante situaciones
tan problemáticas, como intolerables.
Ya tras los atentados yihadistas del 17 de agosto en
Barcelona y Cambrils, Rerpoteros Sin Fronteras tuvo que
lamentar el linchamiento en las redes del director de El
Periódico, Enric Hernàndez, por una información del
diario en la que se afirmaba que la CIA había alertado a
los Mossos de un posible ataque.
El fenómeno del “ciberacoso” en el conflicto catalán no
es nuevo: RSF publicó, el pasado 28 de septiembre, un
detallado informe sobre las presiones que han sufrido,
durante los últimos años, los periodistas de medios no
alineados editorialmente con el “procés”. A este clima
de presiones previo a los acontecimientos de septiembre
y octubre, se han sumado graves ataques a la libertad de
información posteriormente, como las agresiones a
periodistas y reporteros gráficos durante la cobertura
del referéndum ilegal de independencia del 1 de octubre
o la intimidación que supuso el registro del diario El
Vallenc, así como la entrega de citaciones judiciales
por parte de la policía a los medios Nació Digital, El
Nacional.cat, Vilaweb, Racó Català, Llibertat.cat y El
Punt Avui.
Lamentablemente, los amedrentamientos a periodistas no
solo se han traducido en agresiones físicas, sino en
hostigamientos sobre el terreno, que han dificultado
extraordinariamente la labor de la prensa. Periodistas
de todas las cadenas de televisión españolas han sido
abucheados e interrumpidos en sus directos al grito de
“prensa española, manipuladora”, reporteros de
televisiones y emisoras catalanas de radio han sido
amenazados también en sus conexiones por ultras
españolistas, llegando a causar graves desperfectos en
las instalaciones de Catalunya Ràdio. Hace tan solo unos
días, la asociación juvenil “Arran”, vinculada a la CUP,
causaba desperfectos y dejaba pintadas en la sede del
diario digital Crónica Global, reivindicando
posteriormente el ataque, un hecho que RSF considera
especialmente grave.
RSF constata con preocupación la dificultad de ejercer
con la mayor libertad posible la profesión periodística
en Cataluña, sea cual sea la línea editorial del medio.
“El sector independentista parece estar más organizado,
pero ahora mimso todos reciben. Nos estamos
acostumbrando con demasiada facilidad a convivir con los
famosos delitos de odio”, afirmó Siscu Baiges,
periodista catalán de larga trayectoria, que participó
en el informe sobre Cataluña publicado por RSF el pasado
mes de septiembre. “Es muy complicado escapar de la
dinámica maniquea de los dos bandos y, cuando tratas de
hacerlo, eres reprobado también por ser equidistante,
una palabra que se ha transformado en insulto”, añadió.
El periodista explicó que las subvenciones directas a
los medios de comunicación privados están en el origen
de comportamientos de la prensa distorsionados y que
siempre ha sido complejo discrepar abiertamente con el
poder en Cataluña, desde tiempos del pujolismo, una
tendencia que se ha exacerbado con el auge del
independentismo en los último años. “Ya en tiempos del
famoso ‘oasis catalán’, si te metías con Pujol eras
marginado, pero como no había Twitter, te llamaban a
casa y te insultaban por teléfono”, ironizó.
Baiges arremetió con dureza contras la televisión y la
radio públicas catalanas, a las que tildó de “medios de
propaganda”, en igualdad de condiciones con los medios
públicos estatales. “La gran diferencia es que RTVE
cuenta con un órgano de vigilancia profesional
independiente que fiscaliza y denuncia constantemente la
manipulación, como es el Consejo de Informativos,
mientras que en Cataluña este contrapoder no existe”,
aseguró.
“La mayor soledad en Cataluña es la que experimentan los
periodistas que no comulgan con la línea editorial de
los medios públicos y que trabajan en ellos, porque no
solo ejercen en el mismo clima complejo que sus
compañeros, sino que lo hacen sin el respaldo de su
medio y con miedo a expresarse”, señaló. Consultado
sobre un posible aumento de la autocensura, Baiges
afirmó: “No sé si hay más autocensura como tal, pero sí
una cierta actitud de callar para no meterse en follones
y callar tanto no es bueno”.
APOYO EXPRESO A TELE5
El presidente de Reporteros Sin Fronteras España,
Alfonso Armada, aprovechó el espacio dedicado a la
situación catalana para brindar oficialmente todo el
apoyo de RSF a Fernando Hernández, el cámara de Tele5
que grabó en el móvil del ex conseller Toni Comín los
mensajes del presidente cesado de la Generalitat, Carles
Puigdemont. Comín ha anunciado una querella contra el
reportero. “Reporteros Sin Fronteras quiere manifestar
su absoluto respaldo no sólo a Fernando Hernández, sino
a Tele5, porque el interés informativo de la gran
exclusiva que han logrado prevalece sobre cualquier otra
consideración. Así no solo coinciden en manifestarlo los
expertos en la materia, sino la propia doctrina del
Tribunal Constitucional”, sentenció. |